“No me han tratado muy bien en Idea”, se quejó Javier Milei -de visita en Mar del Plata- cuando le preguntaron por qué no asistió al Coloquio del hotel Sheraton.
Sin dar muchas explicaciones, tampoco estuvo entre los oradores el ministro-candidato, que adujo cambio en los horarios para su faltazo.
La que cumplió y explicó sus ideas al auditorio fue Patricia Bullrich, la candidata que más afinidad despierta entre los empresarios -mayoritariamente porteños- que integran Idea, el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina.
En el escenario junto a Sofía Vago (Accenture) y Roberto Murchison (Idea), Bullrich se mostró mucho más fluida y clara que durante el debate presidencial en Santiago del Estero.
La afinidad de los empresarios de Idea con el programa de Bullrich pareciera más un voto a las formas y lo “malo conocido”: saben quién es quién en su entorno y verifican aquello de que “el capital es cobarde”.
Sobre cómo bajar la inflación y desarmar los pasivos del Banco Central, Bullrich no dio ningún detalle (“tenemos una solución para las Leliqs”, dijo escuetamente) y entusiasmó al auditorio con un esquema impositivo más simplificado y menos extractivo.
Donde sí dejó una definición memorable fue en materia de indemnizaciones: ir a un régimen de despido donde tres años de trabajo se compensan con tres sueldos y diez años con diez sueldos, en lugar de la maraña de cálculos adicionales y multas que terminan haciendo muy oneroso hoy cualquier despido.
En sintonía, la propuesta que Idea elaboró en materia laboral destaca puntos como:
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Modificar el esquema de multas laborales
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Modificar el esquema de capitalización de intereses en juicio laborales
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Generar incentivos a la contratación
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Actualizar los convenios colectivos de trabajo (CCT)
(Ver las 20 propuestas de Idea para el desarrollo de la Argentina, aquí)
Volviendo a Bullrich, sobre la coparticipación federal, propuso ir a un esquema que privilegia las provincias que hacen esfuerzos por producir y puso en la picota a La Rioja, un distrito donde -dijo- el 95% de los ingresos provienen del régimen federal de impuestos.
En síntesis, una exposición prolija, sin errores no forzados y para un auditorio permeable.
A 1.500 metros del Sheraton, en tanto, el jueves Milei reunió unos 70 empresarios para repetir sus cantinelas en materia de diagnóstico y propuestas. Dicen que estuvo muy poco empático y dejó más dudas que tranquilidad sobre qué pasaría en un eventual gobierno libertad-libertario.