El directorio de FAdeA recibió una herencia compleja (10 años de pérdidas). Pero tal vez ya sea hora de dejar de mirar para atrás y empezar a mirar para adelante.
Por eso, Antonio Beltramone, Alejandro Solis y Fernando Sibilla tienen un objetivo claro: hacer de FAdeA una empresa sustentable, competitiva y eficiente.
¿Cómo?
- Generando ingresos por fuera del Estado argentino
- Siendo competitivos a nivel internacional
- Reduciendo costos y logrando la eficiencia de los procesos internos
El primer paso fue la reducción de los costos fijos. Para ello se llevó adelante una reestructuración del organigrama completo de la compañía, empezando por los altos mandos. Los cargos directivos se redujeron de 6 a 3 y los gerenciales de 11 a 6.
De 1.136 empleados pasaron a 890 (realizaron 200 retiros voluntarios). "Hoy contamos con la dotación necesaria para cumplir con los compromisos actuales y futuros" afirman.
En segundo lugar, llevaron a cabo una renegociación con proveedores de servicios.
¿El resultado?
Una reducción del 20% de los costos que se traduce en un ahorro de $20 millones por mes y $240 millones al año. Además, esperan disminuir la transferencia del tesoro del Estado ($750 M) a la mitad.
Por último, FAdeA firmó un contrato con la empresa israelí IAI por 18 meses, para proveerla de aeropartes, servicios e ingeniería.
Entre los viejos contratos (con Embraer, por ejemplo) y los nuevos la empresa nacional genera $200 millones fuera de los acuerdos con el Estado nacional. Actualmente, los acuerdos privados representan un 14% del negocio de FAdeA. Pero, para 2023 prevé que los negocios con terceros tengan una participación del 50%.
Si bien, no quisieron dar nombres, ya se encuentran en tratativas con las aerolíneas de bajo costo que desembarcaron en el país para realizar el mantenimiento de los aviones.
Tarda en llegar, pero al final... ¿habrá 3 Pampas?
Después de 10 años sin entregar aeronaves, parece que en el último trimestre de 2018 despegarán del predio de FAdeA tres unidades de IA 63 Pampa III a FAA.
Los directivos dicen que el sector aeronáutico "es una industria de muy largo plazo". Tal vez por eso -y a pesar de los avances- todavía no la veamos despegar.