Su currículum es largo. Andrea Fernández se formó con Timothy Gallwey, un referente estadounidense de coaching y con especialistas chilenos.
Cuenta con una consultora que lleva su nombre -y opera desde Buenos Aires- y 17 especialistas que conforman el equipo de coaches más grande de América Latina.
Trabaja con empresas, pero su especialidad (y tal vez debilidad) es el deporte, en particular el fútbol. Club Atlético Boca Juniors (Argentina), Monarcas Morelia (México), Club Querétaro (México), Racing Club de Avellaneda, (Argentina), Club Atlético Temperley (Argentina) y Club Sol de América (Paraguay) son algunos de los equipos que acompañó por el camino del coaching.
“Lo que yo hago en el fútbol es lo mismo que hago en una empresa”, aclaró Fernández a InfoNegocios.
Por eso, también ha trabajado para compañías como Nissan, Porsche, Zurich y McDonald's.
“Nuestro trabajo consiste en lograr impactar en la organización de tal forma que los indicadores económicos suban, así como el sentido de pertenencia e identidad y que bajen los niveles de estrés de los colaboradores”, añadió.
-¿Por qué elegiste el deporte y en especial el fútbol?
- Cuando yo descubro el coaching, una vez Timothy, mi maestro, me dijo: ‘el coaching es amor y servicio’. Entonces, yo decía, ¿dónde puedo ir que está faltando esta conciencia del amor? ¿En qué área existe mucha frustración y presión? Haciendo esa búsqueda me encontré con el fútbol como un espacio lleno de posibilidades. La presión que siente un jugador es la misma que siente un gerente o presidente de una compañía”, respondió.
El desafío en la cancha y la empresa
“Yo creo que un gran desafío para las organizaciones es trabajar el mundo emocional”, dice Fernández.
Según la coach, cuando hay diálogo y fluyen las emociones los niveles de creatividad suben. De manera similar, cuando las organizaciones reconocen a sus colaboradores también se incrementa los niveles de productividad.
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“Trabajamos mucho la conciencia plena (mindfulness). Cuando yo bajo mi nivel de pensamiento y me conecto con la respiración, entrenamos el disfrute. El jugador de fútbol tiene que aprender a gestionar su mundo emocional, cuando aprendés eso, todo lo que te propongas lo podés lograr”, explica.
Y concluyó: “El jugador de fútbol quiere ganar el partido, y nosotros lo acompañamos hacia dónde quiere ir. En estos partidos que generan tanto estrés, gana el que está bien mentalmente”.