En el caso de las personas físicas se ha experimentado en la última década en nuestro país un incremento promedio de presión tributaria del impuesto a las ganancias similar al que hubiera ocurrido si se hubiese duplicado la alícuota. Pero con un detalle: sin pasar por el Congreso y por el sólo efecto del impacto de la inflación.
El dato surge de un informe presentado por el Iaraf , la consultora que dirige Nadin Argañaráz.
Los más afectados son los trabajadores independientes ya que los mínimos y deducciones que pueden computar son significativamente inferiores lo que provoca que prácticamente todo trabajador independiente queda alcanzado por Ganancias. Un contribuyente autónomo casado con dos hijos comienza a tributar desde ingresos netos mensuales promedio de $ 5.472 y un soltero desde tan solamente $ 2.592.
En la actualidad un trabajador independiente comienza a pagar la tasa máxima legal del impuesto (35%) desde valores de ingresos netos mensuales tan bajos como $ 15.472 para un casado con dos hijos y $ 12.592 para el soltero.
“En un contexto de fuerte déficit fiscal, resolver esta cuestión implica un gran desafío para el próximo presidente”, opinan desde el Iaraf.