Aunque la tecnología está disponible hace bastante tiempo, las novedades sobre reconocimiento facial en teléfonos móviles es un importante paso para su masificación: con cámaras 2D (aún las dual cameras son 2D) y mucha tecnología, los algoritmos se van perfeccionando y permiten cada vez menos márgenes de error. Las aplicaciones potenciales son muy amplias: desde capas extra de seguridad (todavía estamos lejos de abandonar el username y password tradicional en bancos, por ejemplo) a facilitar accesos en aplicaciones móviles y -sobre todo- en marketing.
"A través de algoritmos de reconocimiento biométrico, -explica Damian Girardi, CTO de The Fuzzy Fish- hemos desarrollado un prototipo de plataformas que reconocen a un alumno, validando su acceso a un examen; detecta además si hay otras personas ayudando a realizar el examen, registrando los momentos en que el alumno se movió de la computadora, guardando información sobre las acciones que se realizan en el sitio. Una vez finalizado el examen, todos estos momentos registrados se envían automáticamente al profesor responsable o se guardan en una base de dato para el posterior análisis".
Este módulo ya está siendo testeado por la Universidad Siglo 21, una de las instituciones más activas a la hora de incorporar nuevas tecnologías. De funcionar fehacientemente, esta validación no sólo podría convalidar la autoría de un examen online, sino -incluso- evitar exámenes que hoy deben ser presenciales para evitar cualquier tipo de suplantamiento de persona.
Pero esto es sólo una alternativa: las cámaras de celulares y PC -con la correspondiente capa de software- pueden ser usadas para medir determinadas emociones de los usuarios, por ejemplo, ante determinado producto u oferta.
"El objetivo a corto plazo de la agencia es integrar el reconocimiento facial a otras industrias e integrarlo en acciones de comunicación y comercialización digital", redondea Girardi sobre el nuevo campo tecnológico en el que incursionan.
El reconocimiento facial toca la puerta de las empresas (desde capa de seguridad a marketing)
Reconocer a una persona por los rasgos biométricos de su rostro es la gran promesa del iPhone X, aunque también lo usan otros dispositivos móviles de menor performance como el Sasumng S8 y el LG G6. Con esta masificación se abren las puertas a innumerables usos. En Córdoba, la agencia The Fuzzy Fish desarrolla para la UES21 una instancia de reconocimiento facial que podría ser usada tanto por profesores como alumnos online en 2018.