La sucursal que en la jerga interna le dicen “Pío X” (ex Sucre) abrió sus puertas el 21 de noviembre pasado y va camino a convertirse en la estrella de las 23 sucursales por la comodidad del local, su ubicación estratégica y los amplios salones con los que cuenta para eventos y capacitaciones tanto para el personal como para todo público.
“Llegar a este local fue un poco por obligación de irnos de donde estábamos (sucursal Sucre) porque la verdad es que nos había quedado chico y los mismos empleados estaban incómodos. Intentamos mudarnos a un local en la misma cuadra pero no había nada, así que buscamos la comodidad para nuestros empleados y para nuestros clientes. Como la ley de farmacias nos permite movernos a 500 metros de donde estábamos, la búsqueda tenía que ser en esta zona y justo se dio que una inmobiliaria nos muestra este lugar a principio de año y apenas lo vimos en la cabeza ya se nos hizo la imagen mental de cómo quedaría con los colores de la farmacia. Es un local grande, cómodo y que se ve desde todos lados, muy vistoso, muy lindo. Además estamos frente a una plaza (Plaza Colón) que la dejaron muy linda; creo que hoy es una de las sucursales más lindas”, dice Darío Tiscornia, gerente de Ventas de Farmacias Líder.
Cuando funcionó como Librería Salesiana tenía bibliotecas de madera que fueron reutilizadas y estantes para exhibición de libros a los que también se les encontró un destino para la farmacia. Todo pintado de blanco para dar más sensación de pulcritud y espacio.
La historia
Farmacia Líder nació en 1996 de la mano de los hermanos Daniel y Diego Tiscornia, luego sumaron a su padre Luis Tiscornia (que venía de ser jefe de personal de la empresa Materfer), y a cada uno de los hermanos: Darío, Luis, Juan, Mateo y Luciana. Los Tiscornia llegaron al rubro al comprar la vieja farmacia Gauna, propiedad de una tía; era la época en la que por ley las farmacias debían llevar el apellido del farmacéutico.
A lo largo de sus 27 años de existencia Farmacia Líder encontró la clave de su crecimiento en los valores que transmitió el jefe de familia, Luis Tiscornia (fallecido en 2022). En la charla con InfoNegocios, Darío Tiscornia vuelve una y otra vez a los “valores” como la llave maestra que abre posibilidades y caminos en la vida. “Tenemos reglas muy claras que cumplir porque mi papá las dejó marcadas a fuego. Tenemos gente con mucha antigüedad que aprendió esos valores directamente de mi papá y a la gente nueva que ingresa desde el primer día le damos una hojita con unas frases y notas que escribió mi papá y hablan de esos valores que son: el respeto, la paciencia, el compromiso, seriedad y el trabajo con los compañeros. Son valores que nos tendrían que marcar a todos también en la vida”.
“A Líder lo que lo marca como empresa es la atención al cliente, más allá de que tenemos el stock para poder garantizarle a la gente que tendrá su medicamento y además siempre estamos buscando el precio y los acuerdos que llegamos con algunos laboratorios los trasladamos a nuestros clientes”, agregó Darío Tiscornia.
Trabajo en familia y sin franquicias
Cada uno de los hermanos Tiscornia tiene roles bien definidos en la farmacia y si bien la muerte del padre fue un cimbronazo, ese lugar de manera simbólica ahora lo ocupa Diego Tiscornia. “Daniel y Diego se llevan un año y medio entre ellos, me llevan tres años a mí y yo les llevo tres años a Luis que se lleva un año con Juan y se lleva un año y medio con Marcos y también un año y medio con Luciana. Estamos bastantes pegaditos todos. Luciana es la más chica y es la única farmacéutica de la familia. Nos llevamos fantástico, además hacemos muchas cosas juntos más allá del trabajo. Las esposas se llevan muy bien, nos acompañan un montón y nos ayudan un montón así que eso es también una cosa muy valiosa que tenemos”, contó Darío a InfoNegocios.
¿A qué atribuís esa fuerte unión familiar?, le preguntamos. “Creo que mis padres son el puntapié inicial para que tengamos este vínculo entre los hermanos. Ellos se preocupaban y se ocupaban de que la unión de hermanos sea lo primero. Hace 27 años que trabajamos juntos, nos vemos la cara todos los días y además nos quedan ganas de vernos después. Jugamos al fútbol juntos, comemos algo juntos, nos juntamos con las esposas. Mi madre también nos ayuda un montón, incluso en las reuniones que hacemos todas las semanas entre mis hermanos para tomar decisiones, ella nos da su punto de vista que es muy importante para nosotros”.
“Cuando mi papá murió estaba en su mejor momento y la semana antes de morir nos había pedido tener una charla con cada uno que era mitad laboral y mitad familiar. Parece que hubiera sabido que se iba a ir porque los siete tuvimos esa última charla con él. Gracias a Dios lo disfruté horas y horas”. Ese amalgamiento familiar y la forma de trabajo sin medias tintas, sin atajos, es lo que los convierte en contribuyentes ejemplares en Afip donde tienen la máxima calificación por su comportamiento fiscal.
¿Pensaron alguna vez en franquiciar el negocio? “Todas las sucursales son nuestras, todas manejadas por los siete hermanos y abastecidas por nuestra droguería (desde 2018) y con nuestra gente. Hemos hablado alguna vez de hacer franquicias, pero la verdad que nosotros estamos tranquilos y felices de estar nosotros para brindar a la gente nuestros valores. Conocemos a todos nuestros empleados y ellos nos conocen a nostros”, explicó Darío.
En agenda
Es conocido por todos los que están en el rubro farmacias que las demoras en los pagos de hasta tres meses que tienen las obras sociales impactan en la rentabilidad, sin embargo los hermanos Tiscornia apuestan al futuro. “Queremos seguir creciendo, seguir buscando puntos que la gente nos pide. Tenemos un par en vista pero no vamos a decir nada porque nos gusta decir las cosas cuando estamos seguros. Nos estamos especializando mucho en dermocosmética, que es un rubro que creció mucho y para eso esta sucursal tendrá un sector especial con una persona capacitada para asesorar a los clientes”.
Es el primer caso en Córdoba de un negocio “casi metido” en una iglesia y no fueron pocas las especulaciones sobre cómo serían recibidos los nuevos habitantes comerciales en el sector. Para sorpresa de todos, incluido los dueños, los vecinos y los transeúntes casuales están chochos con la farmacia. De hecho muchos especulan que no es la iglesia la que atraerá clientes a la farmacia, sino la farmacia la que llevará feligreses a la iglesia.