Tiene una sobrada experiencia en grandes obras: llevó desde el tablero a la realidad concreta emprendimiento como Villasol, Alto Villasol y los Terra Forte, e intervino en el diseño de Ciudad Gama y Diva, entre muchas obras de Gama.
Su relación con Jorge Petrone y Gama fue larga y no exenta de altibajos. Hoy recuerda entre risas que llegaron a hacer “terapia de socios” con un psicólogo, para poder zanjar algunas de los conflictos que surgían en la estrecha relación profesional. Pero -como diría Borges- a principios de año llegaron “al jardín de los senderos que se bifurcan”: Valcárcel dejó Gama y ahora se enfoca -junto a su hijo Pablo, también arquitecto- en nuevos trabajos.
Semejante experiencia en grandes obras no pasa desapercibida en el mercado. Aunque no puede adelantar proyectos, en su escritorio vemos planos de desarrollos de cientos de departamentos y hasta una obra que contiene centenares de butacas.
“Estoy sorprendido por la cantidad y envergadura de proyectos sobre los que nos consultan -explica en su oficina de calle Nazareth-; además del trabajo de grandes obras, hace varios años que le estoy dando un sesgo de alta sustentabilidad a las obras y eso también es muy requerido”.
Por caso, el proyecto de Diva y Ciudad Gama tienen cocheras duales (para autos a nafta y eléctricos) y en algunas torres que continúa desarrollando Gama el gas sólo está previsto para la cocina: calefacción y baño son abastecidos por energía solar y eólica.