“Los industriales quieren seguir teniendo una barrera proteccionista muy alta y ahora se quejan de que los chinos nos van a invadir. Y es cierto, nos van a invadir porque nosotros acá no tenemos los precios de las materias primas a precios internacionales. Acá las materias primas salen muy caras”, explicó Francisco “Pancho” Vaccaro en una entrevista con Roxana Acotto en Bipolares (Las Rosas FM).
“Nosotros, para producir alambre, necesitamos una materia prima que se llama alambrón, que en Argentina la compramos -como insumo- al mismo precio que nuestro producto terminado vale en el mundo. Pero cuando importamos (de manera directa) las materias primas me doy cuenta que soy perfectamente competitivo para poder exportar, a pesar del costo argentino que todos los industriales dicen”, agrega el fundador del Grupo Serin.
-¿Pero por qué te la venden al doble de lo que vale en el mundo? ¿No es así porque pagan mucho más impuestos que los que pagan en el mundo?
-No, para nada, Roxana. Pagan la materia prima -que es la chatarra- a la mitad de precios de lo que se paga el mundo (hasta el gobierno de Milei no se podía exportar la chatarra y solo se podía vender en el mercado interno obligatoriamente). O sea, imagínate desde ahí el punto de arranque con ventaja que tienen. Ahora, cuando uno quiere importar materia prima, hay que empezar a sumar un 14% de arancel para importar, el 17,5% de impuesto País, 3% de estadística, 10% de gasto de aduana. Tienen más del 50% de protección. Y esta gente (los productores de insumos en Argentina) se acostumbró a eso.
Y Vaccaro va más allá: “Está muy bien abrir la economía. Si no se abre la economía no va a haber ofertas de bienes y si no hay oferta de bienes, no hay posibilidad de que la inflación baje. Es así de fácil”.
Grupo Serín produce distintos tipos de alambres, tanto para uso rural como para uso doméstico y para la construcción (mallas de alambre para pisos, lozas, por ejemplo).
En medio de la polémica entre la UIA y el gobierno sobre la apertura de la economía, Vaccaro recuerda: “Hace un año que se viene anunciando”, así que nadie pueda darse por sorprendido.
El empresario, también vinculado a diversos proyectos inmobiliarios con GNI, es crítico con las administraciones sub-nacionales: “Las provincias no están haciendo el ajuste que corresponde. Hoy por hoy la presión tributaria de las provincias no bajó nada. Yo, en Córdoba, no estoy viendo un ajuste de gastos”.
-¿Quiénes son los que te venden acá mucho más caro los insumos? -preguntó Acotto en su entrevista.
-Acindar, Aceros Bragado y Zipar, son las tres fábricas de aceros largos y ninguna de esas es de capital argentino (Ternium sí lo es), son todas brasileras y hay cartelización de precios. Creo que las medidas que está tomando Milei son un tiro directo al corazón del círculo rojo empresario. Lo que nos pasa a nosotros pasa con el aluminio, con el vidrio, con la chapa y un montón de materia prima que han destruido (la competitividad de) las pymes.
Como reflexión final, Vaccaro agrega: “Hay que decirle a los industriales, muchachos, ponganse a trabajar. Ya se acabó el lobby y todo. Basta de cerrame esto, protegeme de esto, protegeme de lo otro”.
Palo a Adefa
“Fíjate lo que pasa con la industria automotriz -agrega Vaccaro-. Hoy te dan 40 cuotas sin interés, si lo llevás en color blanco, qué sé yo, te regalan un televisor y yo les pregunto: ¿no habrán probado con bajar el precio? ¿No les parece que se quedaron muy altos con el precio y ahora tienen que ganar menos? Tenemos los autos más caros del mundo, ¿cómo puede ser? Y dicen que el 60% del valor de un auto es impuesto, bárbaro, pero ¿de qué valor? Si vos me lo ponés en 30 mil dólares el valor de un auto y le agregas el 60%, se te va a 50, pero si el auto vale 15 y le agregás el 60, se te va 22, entonces no es que vale 48.000 dólares como lo venden.
“¿Cuántos años estuvieron vendiendo los autos a precio de dólar libre y lo importaban a dólar oficial? Es una cosa terrible lo que ha pasado en los años anteriores y de eso son responsables los industriales. El año pasado nuestra empresa no pudo importar un clavo y, sin embargo, las tres o las cuatro fábricas más importantes de autos importaron todo lo que quisieron a dólar oficial y lo vendieron a dólar súper blue”.