Las ventas de inmuebles siguen estancadas, ya sea en sus formatos financiados, de lotes o departamentos. Pero eso que los desarrollistas ya saben no fue la peor noticia que recibieron ayer: para el economista de la Ceduc el panorama está pasando de castaño claro a castaño oscuro.
Para Utrera, los tres objetivos principales del plan económico están seriamente comprometidos:
- El déficit cero se aleja en la medida que la caída de la actividad económica disminuye los ingresos del Estado, obligando -eventualmente- a más recortes que retroalimentan el círculo descendente. Aún así, cree que esto podrá renegociarse con el FMI.
- Lejos de hacer retroceder la inflación, la actual coyuntura la está espiralizando y lleva a preguntar: ¿es realmente la inflación en Argentina un tema monetario? Porque parece que más de la receta ortodoxa y monetarista no está dando resultados.
- La estabilidad cambiaria está en riesgo creciente ante la incertidumbre política: si los US$ 30.000 millones que (en pesos) están depositados en plazo fijo migraran (en una importante proporción) al dólar, la fórmula de vender US$ 60 millones por día será una receta ineficaz para parar la corrida, analiza Utrera.
En ese escenario, los desarrollistas parecen atrapados en un mercado con poca demanda pero también con poca oferta: al mes se vende el 6% del stock de departamentos (considerando los listos para escriturar, los terminados para posesión y los que se entregarán en los siguientes 6 meses).