El informe elaborado por el Ieral de Fundación Mediterránea indica que en 2010 en Argentina había un 19,5% de los jóvenes entre 15 y 24 años que no estudiaban ni trabajaban. Esta problemática tiene mayor incidencia en los jóvenes en hogares pobres. De hecho, el 70% de los jóvenes que no estudian ni trabajan se encuentran en hogares en los primeros tres deciles, es decir entre los más pobres, y sólo el 5% pertenecen a los tres deciles más altos (hogares con mayor poder adquisitivo).
El estudio aclara que algunos de los jóvenes que no estudian ni trabajan de hecho están buscando activamente trabajo (un 5% tiene educación universitaria), son discapacitados o viven en hogares con ingresos elevados. Dejando de lado a estos grupos particulares, la proporción de estos jóvenes “excluidos” representa el 11%, según datos correspondientes al segundo trimestre de 2011. Se trata de un núcleo duro de jóvenes, que no se insertan en el mercado laboral ni en el estudio. El 93% de estos jóvenes no han trabajado ni buscado trabajo en los últimos 12 meses. El 43% de estos jóvenes excluidos están en el Gran Buenos Aires. Sin embargo, en términos de incidencia (la proporción de jóvenes excluidos en proporción a la población joven) es más alta en el NEA y el NOA, superando en todos los casos el 12%.
Generación Ni-Ni. El Ieral propone pasantías al estilo alemán: dos días de clase, tres en la empresa
Desde que el informe de la Cepal dijo que en la Argentina había alrededor de 900.000 jóvenes que no estudian ni trabajan, mucho se ha escrito sobre la llamada “Generación Ni-Ni”. El Ieral de Fundación Mediterránea también dice lo suyo y, además de la radiografía de dicha generación, va más allá y propone una solución: pasantías en las empresas. Pero no se trata de cualquier sistema de pasantías, sino de la experiencia alemana. ¿En qué consiste? En un sistema de educación media dual, en donde los alumnos eligen asistir sólo a la educación formal o hacerlo también complementando sus estudios en alguna ocupación específica. El 70% de los estudiantes alemanes optan por la segunda, y pasan dos días por semana cursando en aulas materias como inglés, matemática, ciencias, etc., y tres días realizando prácticas en empresas privadas.