- Una vez dijiste que cuando empezaste un gerente de una discográfica no te atendía el teléfono y que ahora te mandan sus Currículum, ¿qué cambió?
- La muerte de las discográficas y la explosión de Internet son dos fenómenos que cambiaron el negocio de la música. Los artistas ahora editan sus discos en sus propias páginas web y hasta te lo regalan para que no lo pirateés y para que vayas a ver su show en vivo. Lo que hizo La Renga de regalar el disco junto con la entrada en sus últimos shosw será la forma de vender discos en el futuro. Sin ser gurúes del marketing, sino todo lo contrario, van a generar una tendencia.
- Estos formatos nuevos o alternativos, caso bandas de rock que editan un disco en un pen drive, ¿son viables?
- Alguno de ellos la va a pegar, pero la verdad es que definitivamente el consumo de la música va a pasar por la web de los artistas. Imagino una web grande que funcione como un distribuidor, una especie de discográfica virtual. Además, se va incrementar la música en vivo de una manera obscena; después hay que ver cómo se sostiene. Imáginate que en una de las grandes capitales de la música que es Buenos Aires ya no tenés dónde tocar; sin embargo, Paul McCartney, con entradas a $ 6.400, agotó. Cuando ves fenómenos así te das cuenta que el futuro pasa por la música en vivo. En Europa es distinto. Allá, tipos como Paul McCartney tocan en lugares mucho más chicos y estoy seguro que si comparás el ticket promedio que se paga en Argentina con Europa o Estados Unidos los de acá son los más caros.
- ¿Es inédito la cantidad de shows que hay?
- Sí, es demencial. Paul McCartney, Jon Bon Jovi, Norah Jones… Lo que quieras. Y todo agotado. Es cierto que algunos no fueron tan fuertes, pero cuando digo que no fueron muy fuertes hablo de meter 20.000 entradas.
- ¿El tipo de cambio es decisivo?
- Ayuda mucho, pero además hubo un importante movimiento en el mercado de Buenos Aires, que pasó de ser casi monopólico a dividirse entre varios jugadores. Ahora, cada artista recibe 4 o 5 ofertas para hacer una gira en Latinoamérica, lo que convirtió a la región en una zona muy interesante para las compañías. Después entran a jugar otras cosas, porque para producir espectáculos tenés que haberte clavado varias veces y para clavarte varias veces tenés que haberle pagado al tipo cuando te clavaste y eso vale.
- ¿Cambió mucho la puesta en el escenario y va a cambiar mucho?
- Cada vez va a estar más puesto el dinero ahí, en la puesta.
- Con tanta oferta de shows, ¿bajarán los precios de los tickets?
- Al contrario, van a ser más caros, o mejor dicho, habrá sectores cada vez más caros. Cuando escuché el precio de las entradas para ver a Paul McCartney me reí a carcajadas y las primeras que se agotaron fueron las más caras. Me parece igual que es un fenómeno que sólo sucede en Argentina.
- ¿Qué te imaginás, conciertos masivos o intimistas?
- Los números no van a dar para hacer cosas chicas. La gente que vio Metallica en el Orfeo lo va a recordar toda la vida, porque va a ser algo insólito, muy poco frecuente.
- ¿Hay infraestructura para albergar esta cantidad de shows?
- El tema de la infraestructura o la falta de lugares donde tocar es un tema serio. En Buenos Aires no hay estadios, le harían falta fácil 2 o 3 Orfeo.
- ¿Y en Córdoba?
- En Córdoba el Orfeo proporciona muchas posibilidades, porque supo adaptarse y ahora ofrece 3 o 4 formatos distintos que le permite hacer distintos tipos de shows, porque uno de los terrores de los artistas en el Orfeo es que se vea vacío. Espacio Quality es también una alternativa interesante y la Vieja Usina quedó consolidada como una sala para determinado tipos de espectáculos. Igualmente, en Córdoba nos están faltando más teatros.
- ¿Cuál será el futuro de la música digitalizada?
- Creo que el teléfono, la computadora y el auto serán los nexos con la música. ¿Cuánta gente pone un disco hoy en una fiesta? Nadie; enchufan una computadora y listo. Los disc jockey tienen los días contados.
- ¿Cómo jugará la televisión en el negocio?
- Los artistas son cada vez más complicados respecto a dar los derechos de sus shows para que se televisen, porque mostrar un concierto de algún modo es quitarle público. Creo que va a pasar algo parecido a lo que ocurrió con la televisación de los partidos de fútbol y la convocatoria a las canchas.
- ¿Qué rol jugará la radio en este nuevo escenario?
- Los contenidos de radio van a subsistir. Los (Mario) Pergolini, los Mario Pereyra, los (Sergio) Zuliani. No se si a través del dial, a través de una onda que te entre en el cerebro o a través de un celular, pero la gente va a seguir escuchando radio.
- En la venta de tickets en Internet, ¿qué tendencia avisorás?
- Yo creo que los tickets office están muriéndose. Lo que sucede es que el costo de los espectáculos es tan elevado que cualquier gasto extra provoca una merma en la compra de tickets. Lo que sí va a crecer es la venta de entradas por Internet. La cola de gente esperando para comprar una entrada, que es algo tan hermoso para un productor de espectáculos, es una especie en extinción.
- 5 años atrás y 5 años para adelante, ¿cuál fue y será el peso de los sponsors?
- Estoy cada vez más convencido que el futuro pasa por la sponsorización. Hoy hay muchas ideas que se cranean desde la sponsorización, como es el caso de la gira de Shakira.
- ¿Qué pasará con fenómenos como las fiestas rave?
- Tiene un nicho, pero no ceo que vaya a extenderse más de lo que está. Lo sí va a crecer son las fiestas temáticas, que son un furor en Buenos Aires y también en Córdoba. La Bizarra Party, por ejemplo, mete 3.000 o 4.000 personas y tocan “Pocho” La Pantera, Pablito Ruiz, Los Grosos… No se puede creer, pero es un fenómeno.
- ¿Volverá el boom de los pubs con bandas en vivo?
- No creo, porque el ámbito natural de los pubs es Nueva Córdoba, por eso se extinguieron cuando la Municipalidad prohibió la música en vivo en esa zona. Materia prima hay, el tema es ver si cambió el gusto de la gente y si a los empresarios les conviene poner música o contratar una banda en vivo.
- ¿Cómo ves a Nueva Tribu en 5 años?
- Hace poco fui al Festival de Glastonbury en Inglaterra y me explotó la cabeza. Volví con la idea de ir llevando de a poco el Cosquín Rock hacia ese lugar, un festival más integral, donde pueda ir toda la familia, para lo cual hay que ofrecer más y mejores servicios y generar una movida alrededor del festival que exceda lo musical.
Entrevista: Iñigo Biain y Marcela Pistarini
Fotografía: Álvaro Corral