Hay antecedentes de un comportamiento similar con el mes de mayo -línea en color rojo-, dónde transitamos un otoño con las máximas más bajas de los últimos cinco años y, además, en aquella oportunidad el promedio de las temperaturas más altas por día siempre tuvo una tendencia descendente.
Gráfico 1: Comportamiento de las temperaturas máximas de los meses de mayo en los últimos cinco años.
El mes de julio, que acaba de terminar, se presentó con una tendencia de temperaturas máximas inferiores a las de los cinco años anteriores.
En el gráfico 2 podemos ver los valores de las tendencias de temperaturas máximas recientes. Observamos que julio estuvo por debajo de los otros años evaluados, siendo la línea de color rojo la del 2024, que presenta un comportamiento similar y más bajo a la inclinación del año 2020 -línea en color verde-. Vale recordar que en 2020 no estuvimos tan expuestos al frío ambiente por estar la mayoría encerrados en nuestros domicilios por la pandemia y, muy probablemente, no recordar sentir ese frío.
Gráfico 2: Comportamiento de las temperaturas máximas de los meses de julio en los últimos cinco años.
Así mismo; viéndolo en relación al año anterior y del cual podemos recordar con más claridad por la proximidad -línea en color celeste-, vemos que las máximas fueron superiores a la de este en curso por encima de un 60%, más allá que haber finalizado el mes convergiendo.
Por otro lado, si tomamos la tendencia de temperaturas mínimas, este año ha sido similar a 2020 y 2022, también siendo el más bajo en valores absolutos que los otros evaluados; podemos ver que el 2023 inicia con mínimas mucho más altas, contribuyendo a lo notorio de nuestro registro mental.
Gráfico 3: Comportamiento de las temperaturas mínimas de los meses de julio en los últimos cinco años.
La tecnología de Omixom, el manejo integral de datos y la gestión de datos que facilita su plataforma, permiten hacer este tipo de análisis a todo nivel en cada punto o región que posea equipos de medición.