“Yo, hace 6 meses no conocía esta maravilla -explica Horacio Parga, presidente de Edisur- señalando el maravillo vallecito donde se asienta Potrerillo de Larreta-; algo hacía falta en la comunicación y por eso nos parece que tenemos mucho para aportar”.
La integración de Edisur al desarrollo de la familia Zuberbulher (Ignacio, su esposa y sus hijos Alejandro y Javier) se materializa a través de una asociación ganar-ganar: Potrerillo se sube a la “máquina de vender” que tienen montada Fernando Reyna, y recibe algo de efectivo y mucho know how desde Edisur. A su vez, la empresa nacida en el sur de la ciudad de Córdoba suma un “productazo” a su cartera, algo diferente y muy conocido en el ambiente del golf y el público porteño, pero que todavía tiene mucho camino por recorrer en materia comunicacional.
La experiencia que iniciaron hace poco con La Cascada, los alienta en este modelo de negocios: el country que no terminado de consolidarse pegó un salto de ventas y colocó entre los clientes de Edisur 60 lotes en 60 días. “En dos meses vendimos el 60% de lo que se había vendido en 6 años”, se alegra Reyna.
En la Cascada esperan concretar en los próximos meses un nuevo ingreso que solucione un problema muy sensible al desarrollo y -según se rumoreaba en la presentación de ayer- sería el puntapié inicial de otro megaemprendimiento al estilo Manantiales.
A una hora de Córdoba, Potrerillo de Larreta es un lugar único, tanto por su cancha de golf (entre las más bonitas y valoradas del país) como por su tradicional hostería que -con 17 habitaciones- trabaja prácticamente a “cama caliente” todo el año.
Luego de sumar La Cascada, Edisur toma Potrerillo de Larreta para potenciar su desarrollo
Si algo mostraron en los últimos años los socios de Edisur es “cintura” y capacidad para hacer evolucionar su modelo de negocios: del tradicional formato fueron avanzando a una visión integral del sector, involucrándose en todos los procesos: compra de la tierra, diseño, planificación, construcción, venta y financiación.
Y no pararon ahí: en Manantiales se convirtieron además en “desarrolladores de desarrollistas”, permitiendo que otros jugadores se sumaron a esa “ciudad nueva” y con La Cascada dieron un paso como “desarrollador de desarrollos”, es decir, tomar emprendimientos empezados por terceros para potenciarlos.
Eso mismo empiezan a hacer desde hoy en el espectacular Potrerillo de Larreta, un enclave de 400 hectáreas cerca de Alta Gracia que hasta el momento lleva vendidos unos 200 lotes de su primera etapa de 330 parcelas de unos 2.000 m2, que valen desde US$ 70.000 cada una.
Asociados a la tradicional familiar Zuberbuhler, Edisur invertirá dinero fresco (unos $ 3 millones) para potenciar las obras de infraestructura y aportará toda su potencia comercial para terminar de vender esta etapa y empezar a pensar una nuevo loteo en otras 200 hectáreas de ese emprendimiento.