Van uno por uno: ya lo hicieron con Juan Carlos Maqueda y ahora se reunieron con Ricardo Lorenzetti. El presidente del IERAL, Carlos Melconian y otros dirigentes de la Fundación Mediterránea le explican a los ministros cómo son sus ideas que -en última instancia- necesitarán el acompañamiento antes casi seguras judicializaciones de medidas controvertidas.
Melco lo ha dicho más de una vez: además de consenso político en el Parlamento, la Corte Suprema tiene que ser parte del entendimiento y -en ese sentido- les está siendo presentado a sus Ministros las bases del “programa económico integral, productivo y federal” con el que pretenden un cambio de régimen económico para los próximos 20 años.
La “hoja de ruta” que les fue explicada a Maqueda y Lorenzatti (por separado) contiene una
“guía para una reforma tributaria, del gasto público, de las relaciones laborales y de la organización federal”.
Al contrario de los libertarios que abogan por eliminar el peso como moneda, Melconian sabe que tener moneda propia es un mandato constitucional y en ese sentido explican el capítulo para el régimen monetario, el cual tendrá como objetivo “abatir la inflación, restaurar la libertad de elegir y recuperar el peso como moneda, canalizando la bimonetareidad”.
Este punto será muy sensible: admitir contratos en dólares demandará que eventuales conflictos entre particulares (o particulares y el Estado mismo) haga respetar su cumplimiento y no termine pesificándolos (como contempla hoy la ley vigente que se deberá modificar).
“Es imprescindible recuperar una moneda que cumpla con todos las condiciones para ser
moneda de manera voluntaria. Sin moneda, no hay mercado de capitales local. Sin mercado de capitales local no hay financiamiento para la inversión privada de las empresas medianas y pequeñas, ni para el acceso a bienes durables y la vivienda de las familias”, repite Melconian antes los miembros del máximo tribunal y cabeza del Poder Judicial.