(Todo lo que sigue es opinión).
Renunció Dujovne
Si tuviera que dar una corazonada sin más información que el haber visto irse a tantos ministros de Economía desde una redacción, diría que ese es el título que leeremos en los portales entre hoy y la semana próxima.
Años atrás hubiera apostado por otro título: Hoy hay feriado bancario y cambiario.
Pero ese no es el estilo "amarillo", creo.
Parar esta corrida cambiaria necesita mucho más que dólares. Necesita el inasible ingrediente de la confianza. Y tanto Macri como Dujovne la ahuyentaron ayer un poco más con sus erráticas declaraciones (más erráticas en lo gestual que en su contenido manifiesto... ¿qué otra cosa puede decir un presidente y un ministro sino que vamos a salir adelante?).
Macri -como el título del film sobre Churchill- atraviesa su hora más oscura. Podrá consultar, cavilar, sopesar... pero pronto deberá tomar decisiones en otros rumbos al terco empecinamiento donde está empantanado.
Quizás sea la hora para que Marcos Peña, Quintana y Lopetegui también den un paso al costado. Todo se puede cambiar ahora, menos el presidente que deberá llegar a las elecciones, "aunque sea con muletas" (guiño a los mayores de 50 que recuerdan aquella frase de Ricardo Balbín).
El gobierno ha caminado -un poco solo, un poco impulsado por el viento- hasta el borde del abismo. No debería cumplir el viejo chiste de dar un paso hacia adelante justo ahora.