Naranja se puso “verde”: repartió 110.000 tarjetas biodegradables y sumará otras 390.000 en 2012

Siempre un paso adelante, Tarjeta Naranja se convirtió en la primera emisora del país en utilizar material biodegradable (PVC Verde) para sus tarjetas. Específicamente, están hechas en Luc-Bio, un material que se degrada en 4 años a diferencia de las tarjetas comunes hechas con PVC, que requieren entre 500 y 700 años para dejar de contaminar. En total serán 500.000, entre las 110.000 ya distribuidas y las que se sumarán a lo largo de este año. ¿El objetivo? Disminuir el impacto ambiental y promover la conciencia ecológica, en el marco del programa de responsabilidad social de la empresa.
Los nuevos materiales serán probados durante varios años para garantizar un comportamiento eficaz y similar al que tienen los tradicionales, cuya vida útil es de entre 3 a 5 años.

A fines del 2009, en la feria mundial de tarjetas de crédito realizada en París, se presentó un novedoso material de PVC biodegradable realizado con alta tecnología. Este material es aplicable a tarjetas de crédito y presenta una biodegradación de su masa en 4 años, mientras que las tarjetas hechas con PVC clásico demora entre 500 y 700 años para dejar de contaminar.
Con un proveedor en Argentina, Tarjeta Naranja comenzó a realizar pruebas hasta que encargó un primer lote de 110.000 tarjetas fabricadas con material biodegradable. La idea de sumar unas 500.000 más para este nuevo.

YPF reconfigura el mapa energético del NOA con dos movimientos clave

YPF dio dos pasos estratégicos que redefinen el escenario energético y productivo del Noroeste Argentino. La adquisición del 100% de Refinor y el anuncio de la reactivación de una planta para biocombustibles en Salta marcan una apuesta integral por la región, con impacto directo en el mercado de combustibles y en la industria sucroalcoholera.

Dubai 2026: el campo de desarrollo del talento latino que redefinirá tu carrera (¿te gustaría trabajar en EAU?)

(Por M.G. Maurizio, Máximo Maurizio, con la colaboración de M. Mauvecin desde Dubai) Mientras Europa cierra puertas, y está abatida por una invasión migratoria que nada tiene que ver con lo “natural, lo económico o lo social” y Estados Unidos se encuentra en una revisión total de visas, Dubai ha ejecutado la jugada maestra: crear el ecosistema perfecto para el talento joven global. Y los latinos, sin saberlo, tenemos todas las cartas ganadoras.

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