El cambio de look bajo la supervisión de un asesor de imagen ronda los 2.500 pesos, según precisó la especialista Evelyn Tucci.
La “asesoría de imagen integral” consiste en el estudio de color que va con la piel y cabello, un test de estilo para evaluar la personalidad y necesidades del cliente, y el registro de medidas del cuerpo para saber con qué proporciones se trabajan.
Luego de tener esta información primaria, el asesor se apropincua al placard del cliente y evalua que vestuario tiene: “De ahí en más vemos qué sirve, qué no, los colores, estilo y formas de las prendas, además de ver cómo guarda la ropa ya que es muy importante saber conservarla”, agregó Tucci.
“Una de las instancias en la que más resistencia encontramos es cuando vamos al ropero porque hay cosas que no todos quieren descartar y es importante para hacer el cambio real que se necesita”, explicó Evelyn.
Cuando el asesor conoce al cliente y el material con el que cuenta, comienza la renovación del vestuario: “A veces hacemos de personal shoppers evaluando cuáles son las prioridades y promociones disponibles de acuerdo a las tarjetas o beneficios que hay en shopping y locales de ropa”.
Todo este proceso, dependiendo del cliente, puede demorar de dos a cuatro semanas.
Un, dos, tres… ¡Look!
Otra de las opciones que ofrece la asesora de imagen Evelyn Tucci y que suele ser solicitada para sacar a los clientes de un apuro son los “asesoramientos exprés”.
Se trata de un servicio de asesoría que se contrata para eventos en particular y cuesta alrededor de $ 1.600.
“En este tipo de casos que es muy puntual, lo que buscamos es generar influencia en el cliente para que a partir de nuestra intervención cambie el estilo en general y no sólo para ese evento”, completó Tucci.