Cuando la promesa es grande… ¡hasta el santo desconfía! Así decía mi abuela y en eso piensa uno cuando ve que el sitio de créditos persona a persona Afluenta se promociona con una rentabilidad superior al 42%.
Pero una vez superado el papelerío inicial de dar de alta una cuenta (es un fideicomiso, jurídicamente hablando), el sistema te abre dos grandes caminos: elegir vos a qué personas prestar dentro de la red (siempre los créditos se atomizan en muchos dadores) o dejar todo en manos del mismo desarrollo, seteando sólo plazos, perfiles a quién prestar y otras opciones.
Así, en un par de días entre oferta de fondos, subastas y transferencias, la “guita” está “trabajando” a la tasa prometida. Con un sitio muy amigable y claro, Afluenta te permite conocer tus próximos ingresos por intereses y pago de capital y decidir si los reinvertís o los transferís. Fácil de usar, en síntesis.
Con tres años en el mercado, Afluenta ya lleva captados y prestados $ 50 millones, un monto interesante pero mucho menor al proyectado cuando hicimos la nota de IN Semanal con su CEO hace poco más de un año atrás.
Aunque no deja de ser un negocio, sitios como Afluenta se asientan sobre el concepto de “finanzas colaborativas”, pregondando que “el dinero fluya sin intermediarios”.
Claro que a los bancos esto no les hace mucha gracia: en varios países están empujando regulaciones para no quedar en desventaja con lo que sería a su negocio lo que Uber a los taxis y Airbnb a los hoteles.