La Economía del Bien Común (EBC) es un modelo económico, integral y alternativo que privilegia la cooperación en lugar de la competencia, una noción del dinero como bien público, y el sistema monetario y financiero como una infraestructura pública y un orden comercial ético. Algo así como una alternativa al libre comercio y al proteccionismo.
El movimiento de la EBC cuenta actualmente con 11.000 seguidores en todo el mundo, más de 4.800 miembros activos en más de 180 capítulos locales, 35 países, más de 800 empresas y otras organizaciones, unos 40 municipios y 200 universidades en todo el mundo.
En Argentina está presente desde el año 2017 en Buenos Aires, Córdoba (con referentes en Capital, Traslasierra, La Falda, Río Cuarto) y Región Cuyo (Mendoza y San Juan).
Ya son más de 1.000 empresas, bancos, colegios, universidades, ciudades y regiones quienes aplican las herramientas prácticas de la EBC. Las instituciones de enseñanza, como las universidades imparten la opción de una economía por el bien común –más allá de los extremos capitalismo y socialismo– los estudiantes adquieren otra idea de la economía desde el inicio y les será más fácil implementarla en la vida real.
Qué dicen (los que creen que puede aplicarse)
El diseño de la EBC, en su vertiente de economía de mercado, hace que los productos y servicios que cuidan el ambiente y el clima sean más accesibles que los productos dañinos y destructivos. Esto se da porque las empresas menos sustentables y responsables pagan impuestos, intereses y aranceles más altos y no se les considera en la contratación pública o en la promoción económica.
En la economía nacional, un Producto del Bien Común (PBC) podría reemplazar al PIB monetario, midiendo metas definidas democráticamente y alineadas con valores universales.
El Balance del Bien Común (BBC) muestra cuánto contribuye una empresa al bien común. Una vez que el Producto del Bien Común ha sido compuesto y anclado en las constituciones, el BBC simplemente mediría cuánto contribuye una organización a sus 20 subobjetivos. La (pre)versión actual del BBC mide hasta qué punto estas entidades económicas viven la dignidad humana, la solidaridad, la justicia, la sostenibilidad y la democracia.
Las preguntas de los informes del bien común de las empresas incluyen, por ejemplo: ¿Los productos y servicios satisfacen las necesidades humanas? ¿Qué tan humanas son las condiciones de trabajo? ¿Qué tan amigables con el medio ambiente son los procesos de producción? ¿Qué tan ética es la política de ventas y compras? ¿Qué tan involucradas están las partes interesadas en la toma de decisiones estratégicas? Y la gran pregunta: ¿cómo se distribuyen las ganancias?
Los Informes del Bien Común son examinados por auditores independientes. Se publica un resultado cuantificado y comparable (hasta 1.000 puntos de bien común). Para evitar el lavado de imagen verde o greenwashing, los aspectos negativos, como las violaciones de los derechos humanos, el traslado de beneficios a paraísos fiscales o la destrucción medioambiental directa, dan lugar a la deducción de puntos, hasta un mínimo de menos 3.600 puntos negativos.
Y vos, ¿qué pensas?