"Estamos encarando un fuerte programa de recortes para el primer año, que no incluyen despidos, pero que busca dar sustentabilidad a esta fábrica. En paralelo, estamos viendo nuevos negocios que permitan ingresos más cercanos en el tiempo, más allá de las buenas posibilidades de la empresa a largo plazo", sintetiza el exdirector de la UIC y empresario lácteo, Ercole Felippa, desde el 5 de abril al frente de Fadea.
No duda en decir que el sobredimensionamiento de personal, la baja facturación y el escaso control de gastos (NdR: léase: desmadre) son las causas para que el rojo de 2015 de la fábrica haya trepado a casi $ 1.500 millones, un monto que seguramente habrá que volver a erogar durante este año: sólo en salarios Fadea necesita $ 35 millones por mes.
No obstante, Felippa deja claro cuál es la línea que manejará: "no habrá despidos masivos. No fue culpa de los operarios si algún es directivo los hizo ingresar. Eso sí, queremos que todos trabajen", aclara. En el último mes no se renovaron unos 30 contratos, hubo una decena de despidos y esperan sumar unos 200 retiros voluntarios hasta fin de año.
Nuevos negocios: hangaraje y el aporte de empresarios (Astori, De Biasi, Porta)
Un grupo de empresarios cordobeses, entre los que se encuentran Pía Astori, Miguel De Biasi y José Porta, estaría dispuesto a invertir en la iluminación y otras mejoras de la pista de aviones que tiene la fábrica para que puedan utilizarla de noche y que además la empresa les alquile hangares (“hangarage”, en la jerga) para las aeronaves que utilizan.
Fuente del sector aeronáutico estima en unos US$ 5 a 6 millones las mejoras necesarias, incluyendo equipamiento ILS (Instrument Landing System), o sistema de aterrizaje por instrumentos. La pista de FAdeA es “corta” (unos 1.500 metros), con lo cual su margen de operación es ideal para aviones ejecutivos.
"Es una posibilidad, la estamos analizando con las autoridades nacionales que regulan esta cuestión y ya han habido reuniones ciertas. La idea es hacer que funcione una especie de San Fernando, como en el gran Buenos Aires", dice escuetamente.
Lo cierto es que esto también traería un beneficio social: la posibilidad de que esa pista se utilice con fines sanitarios. De acuerdo a fuentes del sector, para el caso de ablación y trasplantes las pruebas determinaron que si se usa ese sector de la ciudad los órganos pueden llegar desde los centros hospitalarios a los aviones que los transportan en sólo 10 minutos. Hoy se realiza desde el Aeropuerto Taravella y la demora supera los 45 minutos. (GL)