Con la popularidad de Dilma en su nivel más bajo, a ella y al Partido de los Trabajadores les será muy difícil remontar la posibilidad de un proceso de Impeachment, que podría iniciar el 11 u 12 de mayo próximo, si es que el Senado brasileño le da sanción efectiva a lo que aprobaron días atrás los Diputados.
Se estima que unos 50 senadores -de un total de 81- están a favor de abrir la investigación contra la Jefa de Estado. De hacerlo, ella estará suspendida en su cargo por 180 días mientras se sustancia el proceso, con un desgaste político que hará muy difícil su retorno.
"Dilma no tiene más cómo gobernar. El viernes pasado sobre 32 ministerios 9 no tenían ministros, claramente el gobierno de Dilma está terminado", sostiene.
"(Michel) Temer se siente Presidente y es lógico que tome esta actitud: imaginemos que el 12 el Senado avale el juicio político y el 13 Temer tenga que tomar decisiones. Por eso tiene cierta lógica de responsabilidad en la gestión; que él hable de negociaciones con otros partidos y de ratificar a ministros", explica Segré en una charla con Radio Shopping FM 96.1.
En ese sentido, asegura que el foco está puesto hoy en llevar tranquilidad a los sectores económicos vitales del país vecino. "Temer ha demostrado que lo relevante para él es quién dirige el ministerio de Economía y Planeamiento. Meirelles y Serra, el primero es expresidente del Banco Central de Lula, y el otro defendido por industriales, son los números cantados para ambas carteras, respectivamente", precisó.
Por su parte, Aecio Neves, el líder del PSDB -el partido que disputó la segunda vuelta contra la alianza PT(Lula y Dilma)/PMDB(Temer)- declaró en las últimas horas que apoyará a Temer. "Apoyará en algunas circunstancias, otorgará gobernabilidad. Pero lo que habrá es un acuerdo para que Temer no vaya a la reelección", explica.
El impacto en Argentina y Córdoba
Para el analista en Brasil no hay un golpe político. "Un golpe es cuando se retira a un gobierno por la fuerza y aquí se está dando una destitución presidencial prevista por la constitución, una herramienta que hasta el propio PT utilizó cuando impulsó el juicio político contra Fernando Color de Melo en los 90", retruca Segré cuando se lo consulta sobre el argumento del PT.
La situación ha puesto en alerta a empresarios argentinos y cordobeses, ya que Brasil es el principal socio comercial del país y uno de los tres más relevantes para nuestra provincia.
"La crisis política generó una crisis económica, y la crisis económica derivó en la aceptación del juicio político. Sin una economía pujante la sociedad percibe que hasta que no se cambie al titular del gobierno no habrá cambios generales. Hoy el brasileño aceptará hasta que haya un argentino con tal que no esté Rousseff", ironizó.
Asegura que la recesión (-3,6 PBI:2015 y -4%* PBI:2016) es la mayor caída de actividad en los últimos 100 años en el país y que ha generado que el desempleo se duplique en 14 meses y haya 11 millones de desocupados y una considerable merma en la producción. "Esto está afectando no solo a mi país sino a Argentina, porque les compramos menos y les queremos vender más, y en especial a Córdoba en algunos rubros", afirmó.
"La suba de tasas para evitar la inflación frenó más la economía, al no vender el Estado dejó de recaudar tanto como antes y como el nivel de gasto se mantuvo, los déficit fiscales se hicieron gigantescos. Eso fue lo que Dilma Rousseff trató de ocultar en 2014 y 2015, incumpliendo la Ley de Responsabilidad Fiscal y derivó en este proceso de Impeachment", resume y deja en claro cuán unida está la crisis política con la económica. Y Brasil con Argentina. (GL)