El martes 27 de agosto se llevó a cabo en el auditorio de La Voz del Interior, una charla organizada por la Ceduc (Cámara de Desarrollistas Urbanos de Córdoba), para capacitar a los empresarios gerentes de compras o financieros en “Blanqueo e Inversiones Inmobiliarias”. Si bien el régimen de regularización o, dicho de otra forma, el régimen de “blanqueo”, se conoce desde el mes de julio, hay muchas cosas que necesitás saber.
La Ley 27.743, que establece el Régimen de Regulación de Activos, es un paso importante para lograr una Argentina más segura. El programa ofrece una gran oportunidad para que se pongan en orden activos que, normalmente, están guardados de manera informal.
¿En qué consiste el régimen? Va en criollo: esta reglamentación te deja poner en orden tu dinero o bienes sin pagar multas, siempre y cuando mantengas ese dinero en el banco hasta el 31 de diciembre de 2025, o lo uses en inversiones aprobadas por el Ministerio de Economía. Además, si estás regularizando bienes o dinero por hasta 100.000 dólares, no vas a pagar impuestos.
Una cosa súper importante que tenés que saber es que cuanto antes ingreses al régimen, menor será la alícuota a abonar. Las alícuotas se dividen en 3 etapas:
-
Etapa 1: hasta el 30 de septiembre de 2024, se abona una alícuota del 5% sobre el excedente de US$ 100.000.
-
Etapa 2: hasta el 31 de diciembre de 2024, la alícuota es del 10%.
-
Etapa 3: hasta el 31 de marzo de 2025, la alícuota asciende al 15%.
¿A quiénes está dirigido? A todas las personas físicas y herencias que sean residentes fiscales en Argentina al 31 de diciembre de 2023, ya sea que estén registradas como contribuyentes en la AFIP o que lo hayan estado antes de esa fecha.
¿Qué bienes ingresan dentro de esta regulación? Los que se encuentran en Argentina. Puede ser: dinero (en efectivo o en cuentas bancarias en el país), propiedades, acciones (participaciones en empresas, derechos en fideicomisos, o partes de fondos comunes, si el emisor está registrado en Argentina), títulos (como acciones, bonos o certificados en mercados regulados), otros bienes muebles en Argentina no mencionados antes, créditos (si el deudor es residente fiscal en Argentina), derechos y bienes intangibles no mencionados antes (si son propiedad de residentes fiscales en Argentina), criptomonedas y activos digitales, y por último, otros bienes en Argentina que tengan valor económico (incluyendo pólizas de seguro contratadas en el extranjero por residentes fiscales en Argentina).
Por otro lado, los que se encuentran en el exterior, son: dinero en moneda extranjera (ya sea en efectivo o en cuentas en bancos fuera de Argentina), propiedades ubicadas fuera de Argentina, acciones (participaciones en empresas o derechos en fideicomisos, siempre que el emisor no sea residente fiscal en Argentina y que estos no se negocien en mercados), títulos, otros bienes muebles no mencionados antes, créditos (si el deudor no es residente fiscal en Argentina y derechos y bienes intangibles no mencionados.
¿Qué beneficios tiene este régimen? Quienes participen en el blanqueo quedan eximidos de problemas legales relacionados con incumplimientos anteriores sobre los bienes, créditos y fondos que declaren, incluyendo delitos tributarios, cambiarios y aduaneros. Esto también cubre a socios, gerentes, y otros cargos importantes en empresas, cooperativas, asociaciones, y entidades similares, así como a los profesionales que certifiquen balances. Además, no tendrán que pagar impuestos que no hayan sido declarados previamente sobre estos bienes ni cumplir con obligaciones adicionales.
30.000 millones (en el sistema financiero)
Los contadores Marcelo Badra y Susana Llupiá, expertos en la materia (y convocados por Ceduc para su desayuno sectorial) compararon este régimen con el del gobierno de Mauricio Macri y establecieron dos particularidades:
-La primera es que de los 116.000 millones de dólares que se blanquearon, hoy se verá un 20% de todo eso, es decir, el total va a ser mucho menor, entre unos 20.000 y 30.000 millones de dólares.
-La segunda es que las inversiones que se van a ver van a ser mucho más financieras que inmobiliarias, ya que los activos financieros suelen ser más líquidos que las bienes raíces, lo que significa que se pueden comprar y vender con mayor facilidad.