Zanella quiere fabricar una moto económica en Brasil
La semana pasada te contábamos de un partido (¿otro?) que veníamos perdiendo por goleada con Brasil: en la venta de motocicletas, hubo importaciones de 160.000 unidades Honda y Yamaha made in Brazil (por casi U$S 200 millones) en los últimos 5 años, contra 0 (cero) de exportaciones nacionales al vecino país.
¿La razón? Fuertes (y hasta ridículas) barreras para-arancelarias que virtualmente imposibilitan que empresas como Zanella puedan colocar sus productos en el mercado brasilero que mueve unos 2 millones de unidades al año.
Ante tanto desequilibrio, la gente de Zanella está empujando un trabajo conjunto con la Secretaría de Industria, el Ministerio de la Producción y la Cancillería para abrir una brecha y entrar a ese mercado.
Además de las argumentaciones en pro de un mayor equilibrio, también tienen otra carta: la idea de instalar en el sur de Brasil una planta de motocicletas que integre a motopartistas de ambos países, una iniciativa que cuenta con el visto bueno de la poderosa FIESP, la central empresaria de San Pablo que busca potenciar los industriales motopartistas de ese país que hoy no tienen cabida como proveedores de Honda y Yamaha. (Con qué piensan “atacar” Cecilia Fraire y Walter Steiner (foto), de Zanella en el mercado brasilero en Ver Más).
Mercado en caída
El plan de Zanella de exportar a Brasil se da en un contexto muy concreto: de las 650.000 motos que se vendieron en la Argentina el año pasado, unas 600.000 vinieron directamente de China, 42.000 se hicieron en Brasil y sólo 8.000 fueron íntegramente nacionales. Pero la crisis económica y el achicamiento del crédito marca una retracción del 45% en la venta de estos productos para el 2009.
El régimen de motovehículos que trata el Parlamento y que deberá reglamentarse este año busca que las empresas del sector vayan aumentando la integración de motopartes nacionales, castigando con aranceles de importación creciente a aquellas empresas que menos piezas locales utilicen.