Previo a la pandemia, la situación ya era complicada para el sector gastronómico, y ahora siendo el delivery la única oportunidad de vender, la dificultad es aún mayor.
Para citar un caso puntual de Córdoba, la marca Pizza Zeta posee contratos antiguos con Rappi y Glovo, donde abonan un 20% + IVA de comisión en los envíos, pero en el intento de sumar PedidosYa en su oferta, el costo ascendía hasta un 33% + IVA (Glovo y Rappi, exigen a nuevos clientes comisiones de entre 27% y 28%). Lo que indica que en este momento de pandemia, los locales son sometidos a altísimas comisiones para poder enviar sus productos.
Esta suba de porcentajes se debe a la gran demanda de locales que quieren ingresar a estas plataformas para sumar ventas en este momento de urgencia. Pero el costo no perdona.
“Cada $ 100 que vende un local, tenes entre $ 30 y $ 35 de costo de mercadería, $ 35 en apps de delivery, quedando $ 30 para cubrir la parte impositiva. Es un negocio prácticamente para cambiar dinero”, explica Javier Cerezo, propietario de Pizza Zeta.
La iniciativa de que el sector gastronómico deje de usar las apps por un día nace en la Federación Hotelera y Gastronómica de Rosario, la cual fue seguida -de manera independiente- por 180 locales cordobeses, ya que ningún organismo gastronómico local promovió la iniciativa de manera oficial.
El objetivo de la medida adoptada es -en primera instancia- llegar a entablar un diálogo, para luego llegar a un consenso y negociar comisiones más accesibles y balanceadas para los locales.