Miami no es solo playas, vida nocturna… ¡y Messi! (aunque para algunos sí), también es una ciudad llena de contrastes y particularidades que la hacen especial. Desde su arquitectura Art Decó en South Beach hasta su escena cultural en el distrito de Wynwood, hay mucho por descubrir en la ciudad más allá de lo que se ve a simple vista.
Caminando por diferentes zonas de la ciudad, e ingresando a algunos espacios, fui “sorprendiéndome” con algunas cosas, que no vi en otras ciudades (o que en nuestro país es común y aquí no). Te cuento:
Plazas para niños cerradas: a diferencia de muchas ciudades, en Miami es común encontrar plazas y parques infantiles que están cerrados con rejas y solo se pueden acceder durante ciertas horas del día. Esto se hace para garantizar la seguridad de los niños y mantener las instalaciones en buen estado (además no está permitido fumar allí, ingresar con animales ni con medios de movilidad).
Dispensers de bolsitas para los excrementos de mascotas: Miami se toma muy en serio la limpieza y el mantenimiento de sus espacios públicos, por eso si uno camina por áreas públicas se podrá encontrar con dispensers de bolsitas para recoger los excrementos de las mascotas.
No hay vendedores ambulantes en las playas: a diferencia de muchas playas alrededor del mundo, en Miami no se encuentran vendedores ambulantes ofreciendo comida, bebida o indumentaria. Esto se debe a regulaciones locales que establecen ciertas restricciones de zonificación.
Publicidad vía marítima: además de la publicidad tradicional y estática en la vía pública, en Miami es común ver anuncios publicitarios en barcos y embarcaciones que navegan por la costa, que se suman también a los anuncios que transportan los aviones que sobrevuelan la playa.
Máquinas expendedoras de carnada viva, insumos de farmacia y alimento para mascotas: en Miami no solo hay expendedoras de comida y bebida para humanos, como suele ser habitual, en el mundo, sino también existen estas máquinas para todos los públicos. Por ejemplo, para los amantes de la pesca están las expendedoras automáticas que proveen carnada viva. Estos se encuentran en varios puntos cercanos a áreas de pesca populares, facilitando el acceso a carnada fresca en cualquier momento.
En algunos centros comerciales se pueden encontrar máquinas expendedoras de insumos de farmacia, desde desodorantes corporales hasta aspirinas.
Y si acudimos a centros comerciales de Miami con nuestros perros (algo que está permitido al menos en Aventura Mall), podremos encontrarnos también con máquinas expendedoras de alimento fresco para ellos, por un valor de US$ 6.
Llevar la comida que nos sobra: es muy común ver en restaurantes y bares a los comensales llevarse la comida que les sobra (algo que no muchos en Argentina suelen hacer), y por esto los espacios gastronómicos están muy preparados, disponiendo de bolsas de cartón y de recipientes para que el mismo cliente sea el encargado de guardar allí su comida y llevársela a su casa para disfrutar en otro momento.