A poco más de 3 meses de ese primer local, el crecimiento de la marca Almacén de Velas by Usha, los obliga a mudar el taller inicial a un lugar más grande, donde harán la producción, distribución de la venta online y showroom, por lo que habrá un nuevo espacio también en Galería Gitana en el Cerro de las Rosas. Además trabajan con propuestas para estar en Güemes, otro shopping de Córdoba y evalúan la expansión a otras provincias por medio de franquicias, incluso en Uruguay.
Caminando hacia el súper en el Paseo Rivera, nos encontramos con un moderno local de velas, estratégicamente ubicado, pegado a la entrada del mercado, por lo que no pasa desapercibido. Sus aromas son un atractivo y ni hablar de la deco del lugar, con toques antiguos y objetos llamativos. La parada allí es casi obligada: nos acercamos y vimos que el producto principal de las ventas eran las velas, un producto "revivido" en los últimos tiempos.
Le preguntamos a Gastón Poggi, su dueño, sobre la idea de poner un local de velas y refill en el shopping, algo que parecía una “hazaña” en medio de la pandemia, cuando veíamos el cierre de muchos locales, y esto nos decía: “Hace más de dos años la idea venía dando vueltas y en unos de mis viajes de trabajo a Salta conocí un lugar que me encantó, donde comencé a comprar velas para mí, pero cuando se acababan se complicaba llevarlas a rellenar y pensaba: `que lástima que en Córdoba no hay un lugar físico así, y fue ahí que comenzamos a investigar y estudiar, porque nos gustó el concepto de aquel atelier".
"La idea de armar un lugar de ese tipo se hacía cada vez más fuerte pero la decisión fue arriesgada, ya que la tomamos con los shopping cerrados, con mucha incertidumbre; pero la convicción del proyecto fue más fuerte y le dimos forma. Íbamos a abrir cuando todos cerraban y no había fecha cierta de reapertura, pero tenía fe. A mí me gusta el concepto de local, la experiencia y la relación con los clientes, le pusimos foco a eso y es así que nace Almacén de Velas by Usha”, amplía Gastón.
Para concretar esta idea hicieron muchos análisis de mercado: había mucha venta de velas y refill, pero todo era online. Además, había muchos espacios de deco que tienen velas, pero no un lugar físico que sea exclusivo de velas con algo de deco y querían ofrecer la experiencia de sentir esos aromas, cosa que no es posible en una foto online. Si bien los envases son de diseños exclusivos, no son los protagonistas, sino las fragancias que tienen, al mejor estilo de Velas de la Ballena, en Punta del Este, como para citar un ejemplo de locales donde las velas son el producto estrella.
La experiencia de Poggi en los negocios (maneja stands de otros rubros en shoppings) ayudó a concretar estos locales, que están en crecimiento: “Luego de ver y experimentar que habíamos logrado lo que soñábamos en nuestro local de Paseo Rivera, nace la idea de un nuevo espacio, en zona sur, y en 25 días, contra todo pronóstico abrimos nuestras puertas del segundo local, un martes 13 en el Paseo del Jockey, felices una vez más de lograr nuevamente el concepto que soñamos”.
“La fábrica artesanal, es el alma del Almacén porque ahí nace todo, se trabaja con ganas, energía y pasión, es todo 100% artesanal, desde el sellado de bolsas, armado de borlas para el packaging, fabricación de fragancias, parfum y difusores y su embotellado, todo lo que hace al proceso de crear las velas. Crecimos, cada uno es especialista en algo pero todos nos capacitamos en todo. Se comienza seleccionando los recipientes, creando líneas nuevas, se limpian, se selecciona que pabilo (mecha) elegimos para un mejor quemado, se arman y se pegan, luego viene ya la fusión de la cera con la fragancia y se vierte a mano vela por vela; todo es un proceso hecho 100% con nuestras manos. Nos preocupamos en que todo sea de primera calidad, así como nos informamos, hacemos pruebas, nos capacitamos con un equipo de Brooklyn N.Y. porque además de diferenciarnos por nuestros locales queremos diferenciarnos por la calidad de fragancias y quemado, para que sea un producto diferente, como el que quisiéramos consumir nosotros mismos”, nos cuenta Gastón sobre el trabajo en sí de este negocio.
Desde la apertura, llevan más de 600 kilogramos de refill realizados y más de 5.000 velas (solo para el armado de cada local necesitan alrededor de 2.500 velas). Se pueden adquirir velas desde $ 149 pesos en adelante y ofrecen recipientes de varias líneas con materiales que varían dentro del vidrio, madera, cemento y cerámica. En cada una de las líneas hay diferentes modelos, tamaños, aromas y precios. También podés llevar tu propio envase, ese que era de tu abuela, de tu mamá o cualquiera que tengas y quieras convertirlo en vela y cada 100 gramos el precio es de $ 175, elegís las fragancias y en 72 hs podés retirarlas listas para disfrutarlas.
El Almacén de Velas, se llama así porque “almacén nos conecta con lo natural de nuestra infancia y con ese concepto de la cercanía y variedad de productos que tenían los almacenes antes. De Velas porque es nuestro arte, además como siempre decimos, cuando enciendan nuestras velas pidan muchos deseos, porque encenderlas es un ritual mágico, lleno de deseos y luz. By Usha porque mi stand de accesorios lleva ese nombre”, señala su dueño, que para las fiestas se prepara con envases especiales macerando fragancias para generar calidez y bienestar.
La cera de soja, es natural y sustentable y las velas de cera de soja son 100% naturales; usan esencias también naturales que aromatizan aun estando apagadas. Además, la cera de soja combustiona lento y a 35° aproximadamente, por eso duran entre 4 y 5 veces más que las tradicionales y lo hacen en estado líquido (aceite que sirve para hidratar o masajes) por eso se contienen dentro de envases que son reutilizables para rellenarlas nuevamente, de ahí el concepto de refill.
Los aromas
Las opciones van pasando por los frutales y aromas frescos, por los florales, cítricos e incluso tiene sus propias fusiones de fragancias y blends: té verde y pepino, mango maracuyá, peras y flores, limón, lavanda, magnolia, jazmín, rosas, coco, vainilla, verbena, gardenia.