Los protagonistas de esta historia son Stella Maris Turturro (Teli) y Diego Eduardo Menendez. Ella, maestra jardinera, comenzó a preparar desayunos, picadas y bandejas de regalo personalizadas. Él, maestro panadero, se encargaba de elaborar los productos.
Hace 21 años crearon la marca y están detrás de las recetas. “Empezamos solos, con una bolsa de harina y $ 50 de capital, no puedo creer la audacia”, recuerdan. Se autoproclaman como orgullosamente panaderos: sus abuelos maternos eran panaderos, sus abuelos paternos, también. Su papá, sus tíos... es una familia dedicada a la producción de panificados. Destacan que sus recetas no contienen conservantes, lo que les da ese toque de “como hechos en casa".
En María Membrillo se pueden encontrar los mismos productos de una panadería tradicional; pero hoy las estrellas son las famosas cajas, consecuencia de una nueva forma de adaptarse a la pandemia: “Las empresas que nos contratan para catering empezaron a pedirnos si podíamos armarles unas cajitas para reconocer el trabajo de sus equipos, por el esfuerzo, compromiso y voluntad de acomodarse a esta nueva forma de trabajo”, explica Stella.
Ese fue el inicio de su línea “amor en cajitas”. Muchas veces se trata de agasajar a la persona que ingresa a una empresa y a nuevos equipos de trabajo; otras se trata de un desayuno para 50 personas que cada integrante recibe en casa; o una especie de after office con picada, cerveza y sándwiches.
“Una empresa tiene que estar en estos detalles, que acompañan a los equipos a sentirse parte de un proyecto, de un objetivo, de una meta”: según Stella, es una idea para las empresas que saben cómo estar “surfeando la ola”. Hoy tienen de clientes a Naranja, Holcim, Mercadolibre, Enwoks, Ferniplast.
Para contratar los servicios, como el pack de desayunos/almuerzos para las reuniones virtuales; los clientes deben comunicarse con Maria Membrillo y acordar el tipo de box y los detalles.
Nuevos proyectos
Planean crecer en la línea empresarial, con apoyo de emprendedores que se alineen a su forma de trabajo; buscar nuevas opciones de packaging y remodelar el local que estará en Esquiu esquina Potosí (hoy se encuentra a mitad de cuadra). Así, el proyecto es ofrecer la alternativa de que visiten el local; “queremos que vean personalmente las opciones de cajas, las personalicen, que puedan probar algo rico de la panadería y de esa forma lleven un poco de nuestra calidez a sus casas”, concluye Stella.