El negocio del año no son los bitcoins, es invertir en el cerebro de la mujer
“Cerebros vitales, ¿por qué invertir en un cerebro femenino?”, así de polémico e interesante es el título con el bautizó su charla el reconocido neurocirujano Roberto Rosler (MP: 58.395) quien se presentará el próximo 19 de noviembre en el marco de la cena de fin de año de la organización Voces Vitales Argentina Delegación Córdoba.
El médico explica que desde el punto de vista neurobiológico es más conveniente para el bolsillo y producto de una compañía invertir en el desarrollo cognitivo y espiritual de las mujeres que de los hombres. Por más objeciones que encuentre la platea masculina, las argumentaciones del especialista descansan en predisposiciones biológicas de orden innato.
“Si tengo que elegir a alguien para liderar un cargo de alta jerarquía sin dudas pensaría en una mujer -dispara Rosler y agrega- porque se manejan mucho por su intuición y tienen la capacidad de liderar armoniosamente los equipos”.
Desde el punto de vista médico, el cerebro femenino libera oxitocina, una hormona que permite que la persona actúe con apego social y desde la colaboración. Si el ambiente de trabajo es ameno, fluye la creatividad y productividad lo que incide positivamente en el producto final. En cambio, compara el neurocirujano, el hombre libera testosterona lo que lo lleva a tener respuestas más agresivas pero rápidas y directas. Además, posee vasopresina otra hormona que está relacionado con el hecho de ser territoriales y sufrir a largo plazo los fracasos (“la mujer ante un evento desafortunado llora pero al momento se supera y mejora”, acota Rosler).