Funiversity pertenece a Inteligencia Educativa, una startup que inició sus primeras experiencias en robótica educativa en el 2014. Forma a niños y adolescentes (de 6 a 18 años) en las habilidades más importantes para el futuro, como el pensamiento computacional, la creatividad y las habilidades blandas. El proyecto surgió del vínculo con Santex, Technology with Purpose y Fundación Scrum, quienes se propusieron como objetivo fomentar un cambio cultural para lograr que más personas se inicien en la tecnología y tengan mejores oportunidades de inserción laboral. Proyectan replicar la iniciativa en otros lugares.
“Estamos muy contentos de poder ayudar democratizando la formación técnicas”, expresó Leandro Vélez, socio de Inteligencia Educativa.
Desde la startup aseguran que se trata del “primer eslabón en un cambio cultural necesario, ya que lamentablemente las materias más odiadas en la secundaria (matemática, inglés y física) son las más relevantes para la innovación y los trabajos del futuro”. Además, aseguraron que con Funiversity buscan “cambiar esa tendencia para lograr que más personas se inicien en la tecnología, ya que es lo que dará las mejores posibilidades de inserción laboral, pero también porque es apasionante y divertido”.
El contenido del taller de robótica educativa, brindado en una primera instancia en el barrio Bajada San José, en Córdoba, aborda temas de programación, electrónica y física, para entender cómo funcionan los sensores. “Permanentemente se realizan operaciones matemáticas para obtener resultados que se manifiestan en los robots. Además, abordamos aspectos de diseño y mecánica”, dijo Vélez.
El emprendedor hace hincapié en que la robótica educativa es ideal para aprender a pensar tecnológicamente ya que permite dar el paso de lo concreto a lo abstracto, mientras se aprende a programar, ya que se trabaja permanentemente sobre variables que representan el mundo físico: distancias, colores, sonidos, entre otros.
“Así, es más fácil para los chicos incorporar las estructuras básicas de programación, ya que es perfectamente entendible lo que se quiere hacer y qué representa cada variable que aportan los sensores”, explicó.
Paralelamente también se practica el trabajo colaborativo, la resolución de problemas y el proceso prueba-error.
Según sostuvieron desde Funiversity, el apoyo de las familias del barrio es indispensable para llevar adelante este programa, ya que son ellas las que brindan espacios y conectividad necesaria para desarrollar las actividades propuestas.
Con el objetivo de generar interés por aprender en los estudiantes, la startup parte de objetos culturales que le sean conocidos a los estudiantes, como los videojuegos, los robots, la música o el dibujo. “Resolvemos el problema vital de muchos chicos que no encuentran fácilmente una vocación y algo en qué invertir su tiempo libre. Pensamos que es vital la etapa del juego para desarrollar intereses fuertes que se conviertan en un hobbie y luego en una vocación laboral”, aseguraron desde Funiversity.