Desde el Observatorio del futuro de la Universidad Siglo 21, su director Andrés Pallaro cierra la edición de Ciencia 21 diciendo que no se trata de predecir el futuro sino de tomar evidencias que permitan innovar, nutrir y alimentarlo.
“La pandemia nos puso en una situación de revalorización de la ciencia. Impulsó a poner muy alto el estándar de tomar decisiones basadas en evidencias”, explicó María Belén Mendé, rectora de la Universidad, subrayando la importancia de trabajar en la articulación de la ciencia en el ámbito del saber, los emprendedores y la innovación. “El principal propósito es identificar hallazgos en problemáticas del mundo real”, sintetizó.
El evento contó con las palabras de bienvenida del ministro de Ciencia y Tecnología de la Provincia, Pablo Di Chiara, y se dividió en 4 salas de zoom con diversos ejes temáticos: Innovación y oportunidades en función de la educación superior, bienestar emocional de las organizaciones en pandemia, inteligencia artificial, vertientes en sectores productivos y economía y trabajo (rediseño y reconstrucción).
Durante la jornada, cada mesa o sala virtual compartió y discutió los ejes propuestos. La dinámica del congreso fue virtualizada y súper organizada. En la sala de bienestar organizacional se pudo escuchar de las buenas prácticas de Naranja, por ejemplo, a la hora de migrar 3.000 personas a la modalidad de teletrabajo. Desde clases de stretching, yoga, consejos para “mapadres”, conversaciones con médicos y más. “Es también la oportunidad de construir cómo queremos trabajar de acá en adelante”, concluyó Sabrina Carrión, líder de Gestión del Cambio en Naranja.
Innovar, siempre innovar. Un congreso virtual con buen timing, que solo apunta a ser el puntapié inicial desde el cual ponerse a construir la agenda del futuro.