Juan Mogni, Joaquín González, Juliana Imoberdorf y Francisco Torresi son diseñadores de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la UNC y las mentes detrás de esta aventura, que comenzó en plena pandemia, tras la compra de una máquina (un pantógrafo por corte numérico o “router” como también se lo conoce) y que hoy es la encargada de materializar todos sus diseños.
De hobbie a empresa
Juan y Joaquín fueron los fundadores, un par de primos que comenzaron junto a otros amigos esta aventura sin rumbo fijo, de oficio, “manyineando”, con el entusiasmo de volcar su vocación al servicio de la gente diseñando y fabricando productos que respondan a una problemática pero que destaquen por su calidad y apariencia, con la madera como principal protagonista.
“Al principio estábamos sin objetivos claros. Cuando ya tuvimos una identidad, un Instagram y comenzamos a vender, ahí pudimos enfocarnos realmente en establecer un negocio serio”, nos cuenta Juan y agrega: “Empezamos a conocer la máquina y nos encontramos que teníamos gran capacidad de materializar cosas: pensábamos algo, lo dibujábamos y rápidamente teníamos algo hecho”.
Así, poco a poco, Manyin pasó de ser un simple hobbie de diseñadores a un emprendimiento con nombre propio y con horizonte más empresarial, sobre todo con la llegada de Juliana quien “puso las cuentas en orden” y Franco, también a cargo del diseño y la fabricación de todos los productos.
En esa evolución es que llegó su primer producto, el banco Tijuana, y al poco tiempo su producto estrella: las balance board (tabla de equilibrio), un producto que combina la originalidad de sus diseños con el significado de Manyin: buscar un momento para divertirse y relajarse y, actualmente, son los únicos en la provincia que fabrican a gran escala este tipo de producto, destinado -principalmente- al ocio y la salud.
De comenzar en el garaje-taller de un amigo a mudarse a una fábrica en Los Boulevares, el concepto de Manyin ha ido evolucionado y creciendo, con empresas como La Cautiva, Merlino y hasta en el rubro de la kinesiología (de la mano del cordobés Rafael Rocchia) que se han hecho eco de sus diseños basados en madera y también en materiales reciclados.
Flat Pack, la nueva estrella
Luego del éxito de sus balance boards, desde Manyin van por más con su línea Flat Pack, una serie de muebles económicos y prácticos. Un concepto a lo Ikea, pero sin herramientas especiales y a bajo costo, pensado para espacios pequeños o el público estudiantil, dada la facilidad de armar y desarmar estos muebles, ya sea una repisa, un banco o hasta un escritorio.
Diseñando un horizonte prometedor
Para este año, desde Manyin buscan expandir sus unidades de negocio: su línea de productos propios y su parte B2B, fabricando productos para otros clientes y ampliar su línea Flat Pack con nuevos productos, siempre tratando de ofrecer una solución al público, con la impronta que los caracteriza.