El primero ingeniero químico, el segundo electrónico. Junto a tres amigos que saben mucho de café (Juan Cruz -el Colo-, Ale y Joaco), que los ayudan a crear contenido, marketing y como panel de catadores, llevan MoMo a las más especializadas tiendas de café, además de comercializar diferentes granos recién tostados a través de su sitio web.
“El tostadero está ubicado en barrio Quebrada de las Rosas, pero solo abrimos al público cuando realizamos alguna cata o sesión especial de tueste (pronto volveremos a hacerlas con un nuevo protocolo). Nuestro principal canal de venta es nuestra tienda online y en cafeterías que revenden y usan nuestros cafés”, nos dice Ariel. El equipo fue formado en la Specialty Coffee Association y están asociados a la prestigiosa marca italiana de máquinas San Remo y a Bunn, especializada en cafeteras de filtro.
“El tueste de café se realiza en un paso y es bastante rápido, por lo menos en café de especialidad, no más de 14 minutos. Tostamos con la ayuda de un software que nos permite entender el proceso y poder reproducir los resultados que más nos gustan. El tueste es un proceso simple en apariencia pero muy dinámico y en el que están pasando muchas cosas al mismo tiempo y muy rápido”, asegura Vinuesa.
Y continua: “Durante el proceso vamos viendo en la computadora cómo va progresando el tueste y haciendo cambios en el gas, la cantidad de aire y velocidad de giro del tambor. Por otro lado, cada vez que recibimos café verde, hacemos un análisis físico del mismo y medimos su humedad, dos parámetros clave para evaluar la calidad y la durabilidad”.
La comercialización es por medio de bolsas de 1 kilo para cafeterías y de 250 gramos para el público en general, diseñadas específicamente para café, de un material multicapa con aluminio para proteger al producto de la luz y con una válvula de una vía que permite que escapen los gases generados en el tueste, pero que no entre el oxígeno. Los precios arrancan en $ 500.
Todas las variedades pueden encontrarse en su sitio web: momotostadores.com. “Además de los cafés de Bolivia, tenemos en este momento dos de Colombia, Santander y Huila y nuestro Borbón amarillo brasileño de los amigos de CarmoCoffees, una cooperativa de productores de Mina Gerais que deberíamos visitar el próximo año”, concluye Ariel.