Natalia Stiefel es conocida por ser una de las wedding planners y diseñadora de vestidos más renombrada. Si bien sigue adelante con eso, en paralelo surgió la posibilidad de bajar el estrés y el aceleramiento que produce la ciudad, y qué mejor que hacerlo a través de un emprendimiento familiar y en un lugar que adora: Águila Blanca.
“Yo conozco este lugar hace muchos años, venía siempre y desde el primer día sentí que era mi lugar en el mundo. Es un lugar que amo, que tiene una magia muy especial, y cuando se dio la oportunidad de que sea nuestro negocio, no lo dudé”, señala Stiefel.
Águila Blanca es un lugar recreativo que se encuentra camino a las altas cumbres, yendo por la ruta provincial 14, en el KM 19, a la altura de Cuesta Blanca, y es bordeado por el arroyo Talco Overo y el Arroyo Las Tomitas. Allí se puede hacer el circuito de los túneles mineros, circuito de trekking que te lleva a una cascada, andar en bicicleta, jugar al fútbol, disfrutar la plaza de juegos para chicos y en verano hacer uso de la pileta.
Además, posee asadores, mesas y bancos a orillas del arroyo que cruza el predio, cancha de bochas, silla aérea para menores de 10 años, tirolesa de adultos y la posibilidad de ver las plantas autóctonas y los antiguos morteros aborígenes de la época de los comechingones cavados en roca, y, lo más importante, ver el amanecer y atardecer desde un mirador o parados desde cualquier lugar ya que la vista a la serranía es de 360º.
En breve tendrán restaurante, pero por el momento tiene proveeduría donde elaboran y venden comidas caseras, donde también los turistas pueden llevarse lo que van a consumir.
Cuando le consultamos a Stiefel sobre por qué decidió emprender en un negocio tan diferente a Novias de Córdoba Bridal House nos aclara: “Es un rubro diferente porque es un centro recreativo, pero como negocio no es tan distinto porque acá organizo un montón de cosas, tenemos un salón donde hay casamientos, cumpleaños, eventos y mi experiencia como organizadora de eventos me sirve para coordinar grupos con toda la logística que eso implica, me da cierto respaldo mi actividad como organizadora”.
El lugar invita a un momento de desconexión total y a su vez a conectar con la naturaleza del lugar, rodeado de montaña, donde la energía de las piedras conecta profundamente con todos los sentidos y el aire puro y el silencio del lugar predisponen a un momento de introspección, lo que muchos van a buscar mientras caminan por las casi 20 ha que conforman este espacio.
Las minas que están dentro de este espacio se explotaron desde el año 1942 hasta mediados de los 80 cuando dejan de ser redituables estos minerales, entonces se construye un complejo recreativo para que la gente pueda conocer las minas, recorrer los túneles de lo que había funcionado allí y con el correr de los años se fueron agregando servicios que el turismo iba demandando.
Los túneles de antiguas minas que se pueden visitar son túneles de cuarzo blanco, cuarzo rosa, feldespato y mica, esta última se usaba como aislante de las planchas y máquinas industriales. A estos se accede con cascos y es bueno llevar una linterna para apreciar bien los materiales.
El lugar es un sitio al que se puede ir a hacer todo y nada a la vez, por lo imponente del paisaje que rodea las instalaciones. Está abierto todos los días del año y ofrece ir a pasar el día como así también hospedarse y dentro del hospedaje existen tres opciones: acampar, dormis, y atractivas cabañas de madera. Las cabañas tienen capacidad para 2 a 8 personas.
En plena temporada de verano y de invierno como la que pasó, los turistas llegan de todo el país, y los fines de semana largo, o viernes, sábados y domingos, mucha gente que visita el complejo es de Córdoba, Carlos Paz, Alta Gracia, San Francisco, Marcos Juárez, Buenos Aires, Rosario, Santa Fe y Mendoza.
En el lugar están constantemente realizando mejoras y sumando cosas nuevas. Un atractivo es el pavo real que se desplaza lentamente por el campo presumiendo el encanto de sus coloridas plumas. Además, los más chicos pasan horas mirando el burro y los caballos que habitan en un gran corral.
En Águila Blanca reina la paz, de hecho no se puede escuchar música y en oportunidades, para determinadas fechas recibe grupos de turismo estudiantil, scouts, colegios primarios, secundarios, viajes de estudio de la currícula escolar y viajes de egresados. En otras oportunidades también se brindan cursos, talleres, seminarios y se realizan eventos corporativos y culturales.
Para quienes están interesados en ir a Águila Blanca, es recomendable comunicarse previamente con el lugar. El costo es de $ 500 pesos por persona para pasar el día, el acceso al camping para acampar o para motorhome es de $ 1.000 por persona por día, y las cabañas oscilan entre los $ 2.000 y $ 3.000 pesos por persona dependiendo de la cabaña.