La “uberización” de la economía avanza como fenómeno generalizado y, en Uruguay, ahora la gestoría ya tiene a un competidor que apela a este concepto para diferenciarse del resto.
Se trata de la start-up No Me Complico, que se autodefine como una plataforma que "permite resolver trámites impositivos y de servicios desde una computadora y con valor fijo desde el inicio".
“Hay muchos desafíos en el lanzamiento de una plataforma enteramente virtual: el de la gestoría es un negocio que ya existe y siempre fue a través de modalidad presencial. Pero entendemos que ese modelo de negocio tradicional no escala, no tiene trazabilidad ni control; por eso se nos ocurrió la idea de tecnificarlo”, sostiene -en diálogo con InfoNegocios- Alejandro Pini, CEO de la compañía.
“Esto implica llevar una sistematización y otra metodología de trabajo al mundo de los trámites que, como todo lo que es burocrático, es extremadamente complejo”, agrega.
Bueno, bonito y ¿barato?
Según Pini, una de las fortalezas de este proyecto es su política de precios.
“Tratamos de ser lo más transparentes posibles con nuestras tarifas, y sabemos que somos muy competitivos en cuanto a los valores de mercado. Por ejemplo, el trámite de residencia para extranjeros está en los US$ 550; nos consta que ciertos competidores lo cobran al doble”, afirma el vocero.
Las tasas de No Me Complico varían según el trámite solicitado, y oscilan entre los UY$ 700 y los US$ 650. El listado de servicios y sus costos pueden consultarse en la web de la empresa, aquí.
“¿Una mano, foraster?”
Otro diferencial de la marca es que, aunque el sitio abarca un amplio espectro de diligencias, hacen especial énfasis en servicios para extranjeros. La propuesta provee a migrantes la posibilidad de tramitar residencia legal y fiscal, turnos de vacunación, Visa para los Estados Unidos, permisos varios, ciudadanía para hijos y nietos de uruguayos, entre otros.
“Veníamos viendo un aumento en la demanda de estos servicios, y el cierre de fronteras, producto de la pandemia, también hizo que crecieran los pedidos de permisos excepcionales de ingreso y los trámites de residencia legal”, explica Pini.
Sobre este último servicio, agrega: “Hoy en día te diría que el trámite más demandado es el de residencia legal. Durante la pandemia, las restricciones hicieron más difícil el ingreso al país, y este permiso facilitó mucho el tránsito a extranjeros".
"El escenario para estos casos cambió, porque tradicionalmente los ciudadanos de países asociados al Mercosur podían iniciarlo en su país de origen a través de sus consulados; durante la pandemia el único consulado que siguió haciéndolo fue el de Buenos Aires. Eso generó una mayor demanda en su asesoría”, continúa.
“Lo que queremos transmitir es la idea de brindar seguridades ante la incertidumbre. Venimos de un período de cierto ‘relax’ y las personas pudieron venir; vas a Punta del Este y está llena de Argentinos. Pero hoy los casos de coronavirus están subiendo, y nadie sabe qué es lo que va a pasar. Por eso, a nuestros clientes les decimos que si realmente tienen interés en Uruguay, tienen que hacer todo lo que esté a su alcance para no depender de factores que están fuera de su control; la residencia responde a esa problemática”, concluye Pini.