Los transportes escolares están viviendo una situación desesperante: desde diciembre que no pueden realizar su trabajo normalmente y, por ende, no tienen ingresos económicos.
“El mes de marzo lo usamos para arreglar los vehículos e invertir en mejorarlos”, sostienen los transportistas. Y, justamente, marzo fue el mes en que se paralizó la actividad en los colegios.
Alejandro Cela, titular de la Unión de Transportistas Escolares (UTE), sostiene que el momento es muy complicado: “Trabajamos todo el año para ‘pasar el verano’, porque enero y febrero son meses muertos… pero este año ya tuvimos bastante baja en marzo y se espera que en mayo no arranquen las clases”.
Los acuerdos en este tipo de rubros son “de palabra”: no hay contratos de extensión por un año o por algunos meses; entonces los trabajadores se encuentran desprotegidos económicamente.
“Hicimos una nota a los padres y conseguimos que algunos paguen la mitad de abril”, sostiene Cela.
En cuanto a números, Cela afirmó que se trasladan aproximadamente 15 personas en cada vehículo y que el hecho de tener un utilitario “parado” implica una pérdida de $ 90.000 por mes.
Un pedido a “la Muni”
Recientemente, en una reunión que mantuvieron con la Secretaría de Movilidad Urbana, desde la UTE pidieron que se atrasen los vencimientos de algunos impuestos que deben cumplir: ITV, patentes, carnet de conducir, entre otras cosas.
Su pedido no implica un incumplimiento, sino un cambio en la fecha de los vencimientos, para poder realizarlos y ponerlos al día cuando todo se “normalice”.
Pidieron, además, que se genere una línea de créditos con tasas más bajas ya que “a las que hay lanzadas hasta el momento no llegamos”, indicó el titular de la UTE.