“Todo empezó con la idea de que queríamos entrar en el rubro gastronómico. Pensamos en una hamburguesería primero, y en el proceso empezamos a comer ramen”, nos cuenta Andrés, uno de los creadores de Ramen Factory.
La idea de abrir un restaurante de ramen (plato japonés que consiste en fideos servidos en un caldo, generalmente acompañado de varios ingredientes) se consolidó cuando comenzaron a utilizar la IA para desarrollar algunas de sus recetas desde cero. “Empezamos a elaborar con la inteligencia artificial todo, hasta recetas, que empezamos a hacer de cero y a probar”, agrega Valentina, socia y pareja de Andrés.
Se puede decir que la IA fue una herramienta esencial en cada paso del proceso de Ramen Factory. Desde perfeccionar recetas tomadas de un restaurante en México y adaptarlas al paladar argentino, hasta igualar sabores e intercambiar ingredientes, la tecnología permitió a Ramen Factory mantener la autenticidad de los ingredientes tradicionales japoneses.
Pero la influencia de la IA no se detiene en la cocina. También fue crucial en el diseño del local, el marketing y la publicidad. “La inteligencia artificial fue nuestra herramienta también de marketing, de publicidad… Nos ayudó con el diseño del local, las medidas y espacios obligatorios, entre otras cosas”, nos cuenta Valentina.
En febrero de este año, la pareja comenzó la búsqueda de un local, y en marzo ya tenían la llave en mano. Tras tres meses de reformas y desafíos económicos, Ramen Factory abrió sus puertas en Recta Martinoli 8532.
La fascinación de Andrés y Valentina por la cultura japonesa y el animé es evidente en cada aspecto de Ramen Factory. “La cultura japonesa transmite un mensaje muy fuerte de autosuperación, trabajo duro y de que si uno se esmera en sus sueños puede llegar a cumplirlos. Básicamente fue la base siempre de todo lo que hemos hecho”, comenta Andrés.
Una carta… que la IA no tendría el placer de probar
La estrella de la casa es el ramen, sí, pero antes hay diferentes opciones de entradas como el pollo frito japonés, cuya receta, como mencionamos anteriormente, fue brindada por la IA y perfeccionada por su chef, Facundo.
Las famosas gyozas también son una buena opción de entrada, y se puede optar por un plato de 3, 5 o 6 unidades.
Si vamos al plato fuerte… vamos al ramen: su carta está compuesta por ocho variedades, incluyendo opciones de cerdo, pollo, carne vacuna, langostinos, vegetariano, vegano, sin gluten y cremoso, con planes de agregar pronto una versión de pulpo.
El ramen de Ramen Factory se distingue por su caldo de huesos de cerdo cocido durante 24 horas y fideos alcalinos hechos de manera casera. Cada bowl se sirve con un caldo abundante y consistente, acompañado de la proteína elegida, huevo y más.
Y si hay un espacio para algo dulce (porque sus platos son más que abundantes), actualmente cuentan con un cheesecake japonés con salsa de frutos rojos y manzana. Pero a este planean sumarle otros postres japoneses, que se encuentran en etapa de prueba.
Ramen Factory opera de martes a domingo, ofreciendo almuerzos y cenas únicamente por reserva. Los precios de las entradas comienzan en $ 1.500, y los ramen van desde $ 13.000.