Sabrina cuenta que nació prácticamente con una tijera bajo el brazo, y aunque estudió abogacía su pasión es el diseño de indumentaria.
Vicenza es el nombre de la ciudad italiana donde nacieron sus abuelos, que también se dedicaban a la costura (su abuelo era sastre).
Desde hace 15 años se dedica diseñar vestidos de alta costura que confecciona a través de talleres tercerizados.
Su foco está en el trabajo casi artesanal (no le gusta usar la moldería tradicional sino el moulage, una técnica que le permite moldear y cortar la prenda sobre el cuerpo) y en la atención personalizada. Por eso trabaja con cita previa en su showroom, encuentro que dura aproximadamente 40 minutos y le permite tener contacto directo con las clientas. “Así es como que vamos haciendo el vestido juntas”, explica Sabrina Cavazzón.
“Tengo clientas que se hicieron el vestido de 15 o egreso y hoy algunas se están casando y me vuelven a elegir. Eso es lo más gratificante”, comenta.
Además, trabaja con telas que trae del exterior, de esta manera no repite texturas ni colores (de una misma tela salen uno o dos vestidos máximo).
Con el tiempo sumó otras opciones a sus producciones como: vestidos de noche, prêt à porter, sastrería y una línea para niñas (vestidos de cortejo, comunión o fiestas). A su vez tiene vestidos en stock para diferentes ocasiones.
Un vestido de novia puede demandar 3 meses (incluye 3 pruebas) pero Sabrina tiene capacidad para confeccionar 5 vestidos por mes.
No cobra la prueba, ni la consulta (una modalidad que es bastante común en el sector). ¿Precios? Desde $ 30.000 un vestido de novia.
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Junto a Luvion y Laura Fadul están organizando un workshop para novias el 24 de agosto de 17:00 a 19:30. En el encuentro Sabrina hablará sobre las últimas tendencias. Si te interesa podés escribir en sus redes aquí o aquí.