La noticia tomó relevancia luego de que el magnate Elon Musk y varios influencers dieran a conocer que se inyectaban Ozempic para bajar de peso “rápidamente”. Si bien el fármaco no está aprobado para ese uso, las ventas se dispararon en Estados Unidos. Tan es así que desde el laboratorio salieron a explicar que había faltantes por la escalada de consumo.
En Argentina se consigue desde hace algunos días (la venta es bajo receta), y a un precio más que considerable: $ 44.915 la de 0.5mg y $ 76.356 la droga de 1 mg. Este precio es "de mostrador", es decir, con receta médica pero sin el descuento correspondiente de cada obra social.
Saxenda, por su parte, es otro fármaco del mismo laboratorio, pero creado para tratar la diabetes y la obesidad, en este caso más específicamente. La droga se llama liraglutida (comercializada como Saxenda), está disponible en España y Estados Unidos desde 2016 y en Argentina desde hace pocos días.
En ambos casos, el fármaco se presenta en una suerte de bolígrafo autoaplicable (siempre bajo prescripción médica, claro). En el caso de Ozempic, el formato incluye cuatro agujas (una por semana de tratamiento en el mes) y su administración se realiza en zonas como el abdomen o la parte externa de los brazos (ver galería de imágenes).
Con un proceso complejo, ambas drogas ayudan al organismo a liberar su propia insulina y disminuyen la velocidad en que los alimentos salen del estómago con lo cual la liberación de azúcar es más lenta y -al final de cuentas- crea saciedad en el paciente.