Aunque tiene una ubicación privilegiada, lo cierto es que esa sucursal es poco práctica para las modalidades de atención actual: la planta a nivel calle es pequeña y luego tiene un piso inferior (subsuelo) y otros superiores: "es un edificio grande que no nos permite adaptarlo a nuevas modalidades de trabajo y servicio al cliente", resumen desde el Santander.
Histórica sede del Citibank (luego simplemente Citi) en Córdoba, esa esquina de 25 de Mayo y Rivadavia cambió de bandera cuando el Santander se quedó con la cartera minorista del banco norteamericano en 2017.
Fuentes del mercado inmobiliario apuntan también que -para el nuevo período locativo- los dueños del inmueble pedían US$ 25.000 mensuales de alquiler, una cifra que -combinada a la poca practididad de sus desniveles- terminó de definir la salida del Santander.