La EPA es el tercer ente regulador en publicar su conclusión de que el glifosato no es un carcinógeno, como parte de una revisión del registro en contraposición con la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) que lo había clasificado como “probable cancerigeno” en la categoría 2A en marzo del 2015.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) determinó en noviembre del año 2015 que el glifosato es "poco probable que represente un riesgo carcinogénico para los humanos". También en el 2015, la Autoridad de Reglamentación de Manejo de Plagas de Canadá (PMRA) llegó a la conclusión "de que el glifosato es poco probable que represente un riesgo de cáncer humano." Estas conclusiones por la EPA y las autoridades reguladoras europeas y canadienses se basan en principios científicos estándar y el peso abrumador de las pruebas.
"Ningún regulador de plaguicidas en el mundo considera que el glifosato sea un carcinógeno, y esta conclusión de la EPA de los EE.UU. refuerza una vez más este dato importante," dijo Hugh Grant, presidente y CEO de Monsanto. "El glifosato tiene una historia de 40 años de uso seguro y eficaz. Lamentablemente, la inconsistente clasificación del año pasado hecha por la IARC genera una preocupación injustificada y confusión acerca de esta herramienta agrícola importante. Esta evaluación rigurosa de los datos llevada a cabo por la EPA se basa en las conclusiones sólidas de las autoridades reguladoras europeas y canadienses y una vez más deja claro que el glifosato no causa cáncer”.