La firma Fantini y Cía. SA. es marca registrada en la capital del departamento Río Primero donde ya son cuatro las generaciones que continúan trabajando en la empresa que forjó en 1929 don Osvaldo, quien inició el negocio comercializando combustibles, lubricantes, neumáticos y repuestos del automotor.
Tres años después, la firma comenzó a operar como distribuidora oficial de YPF, llevando más de 90 años como tal: "Somos una de las pocas empresas en Argentina que van por los 100 años y nos llena de orgullo estar tantos años con la misma compañía. Tenemos la camiseta puesta con YPF y eso habla de cómo vio mi abuelo en su momento para dónde iba el pueblo. Esta obra también es con ese fin", sostuvo Francisco Camargo, nieto de don Osvaldo Fantini y quien está hoy al frente de la firma santarroseña.
En 1990, con el crecimiento de la familia, comenzó también la diversificación de las unidades de negocio, sumando la comercialización de agroquímicos, fertilizantes, silo bolsas, semillas y el acopio de cereales y oleaginosas.
Hace tres años, los hermanos (hijos de don Osvaldo) decidieron separar las empresas para potenciar cada uno las distintas unidades de negocio, y fue ahí donde Francisco (45) que trabajaba desde los 20 años en la firma, decidió acompañar a su madre y ponerse al frente del nuevo proyecto: "Esta es mi única experiencia laboral, nunca trabajé en otro lado, asi que siempre fui un compañero más y no quiero cambiar eso", enfatiza.
Así fue como este viernes 22 de marzo el gobernador Martín Llaryora visitó la empresa y pudo interiorizarse sobre la historia de la familia, el espíritu emprendedor de don Osvaldo y lo que ha significado a lo largo de casi 100 años la firma para toda la región.
Más tarde, se realizó el acto protocolar donde se dejó inaugurado el nuevo servicio: la Estación de GNC, siendo la primera de la localidad y la segunda del departamento (la primera fue está en La Puerta y también pertenece a esta firma), con más de 60 empleados entre las dos estaciones.
Durante el acto, los encargados del discurso fueron Francisco Camargo y su madre, socios en este nuevo mega proyecto que requirió una inversión de más de 600 mil dólares y cuya concreción les llevó un año, cuatro meses y 25 días, según lo pudo precisar la madre.
"Preparé como 10 discursos. No sabía si hablar de números, de lo que nos costó la obra, de las dificultades que tuvimos... pero después me dije no, eso no es lo que mi mamá quiere escuchar. A ella le encanta escuchar de mi abuelo, su papá; le encanta que nosotros sigamos los pasos de la familia, ella apuesta a una empresa familiar, mis hijos por ahí se llegan a la empresa y yo sé que a ella le encantaría que todas las generaciones trabajaran acá", comparte Francisco.
Y así lo hizo, brindó un discurso emotivo, lleno de anécdotas y de historias de su abuelo que sin contar con todos los recursos que hoy existen fue capaz de fundar una de las empresas más importantes de la provincia de Córdoba: "Mi mamá siempre cuenta que mi abuelo con un lápiz y una goma manejó una empresa, y seguía su intuición de querer hacer siempre algo por el pueblo", comparte.
Pese al contexto económico de grandes vaivenes en el país, madre e hijo aseguraron frente al público que jamás fue una opción parar la obra: "Lo más importante es que nunca hablamos de frenar la obra, por más que hubo momentos difíciles en los que llegamos a pensar en vender algo para poder financiarla porque se tenía que terminar, era un compromiso que teníamos con el pueblo", argumentaron.
En ese sentido, Francisco se refirió a cómo los vecinos pedían por el GNC y el compromiso social que tomó la empresa frente a eso: "Hoy los clientes nos agradecen pero somos nosotros los que tenemos que agradecerles".
Consciente del gran potencial de la localidad como portal de ingreso a la región de Ansenuza y punto central del Camino de Brochero, máximo destino de turismo religioso en el país, Francisco dejó de manifiesto que comparte la misma visión de su abuelo de acompañar el desarrollo del pueblo ofreciendo los servicios que más serán demandados.
"Traigo el ADN de mi abuelo, me sale naturalmente", subrayó el empresario que ya piensa y trabaja en el desarrollo de nuevos proyectos, convencido de que "nos va a ir bien porque más allá de que venimos mal, con una caída importante de ventas, yo soy muy optimista y creo que después de tocar el piso sólo te queda crecer".