Ariel Lorenzatti y María Elena Morello son los ideadores del desafío Vuelta al Parque Ansenuza que en su primera edición reunió a seis ciclistas amateurs que se sumaron al proyecto: cinco pedaleando y uno en la logística acompañando en vehículo al grupo con provisiones, equipamiento y agua.
La idea de Ariel (50) y María Elena (47) comenzó a gestarse durante la pandemia, asentados en Google Maps, contactando a jefes comunales y guardaparques para saber si los caminos permanecían abiertos y estaban transitables.
Un mes antes de la travesía, invitaron a amigos a desandar el camino trazado en un papel: eran 550 kilómetros, bordeando toda la laguna Mar Chiquita. “Algunos dijeron que sí, otros dijeron que no”, asume Ariel.
Así se formó el grupo que realizó el primer desafío, integrado por Ariel, Gerardo Ferrero (63), Federico Tissera (29), Néstor Chávez (54) y Mirna Grinovero (45) que pedalearon; y Marcelo Mansilla (50) acompañando en el vehículo.
Partieron el viernes 13 desde La Puerta. El primer tramo fue hasta La Rinconada. Los ciclistas se encontraron con caminos con mucho guadal y sal, donde pudieron magnificar el drama de la sequía que afecta a la provincia.
El segundo tramo fue el más difícil: desde La Rinconada hasta Colonia Alpina. 188 kilómetros con viento en contra, bordeando toda la zona norte de la Laguna: “El paisaje era desolador, sin nada de sombra, por momentos nos poníamos a pedalear a la sombra del camioncito”, cuenta Ariel dando cuenta de lo extenuante de las condiciones en las que llevaron a cabo el desafío.
El siguiente tramo ofreció a los ciclistas un paisaje totalmente diferente: entre Colonia Alpina y Miramar de Ansenuza, (170 kilómetros), se abrían ante sus ojos sembradíos y campos verdes, una zona productiva, agrícola ganadera que contrastaba con todo lo que habían visto el día anterior.
“Cuando elaboramos el proyecto con mi esposa, el objetivo era algo mayor: queremos visibilizar a todos esos poblados y caseríos que también forman parte del Parque Nacional y de la Reserva Natural. Gente que vive en condiciones extremas”, comparte Ariel.
Además, la idea es que el Desafío Vuelta al Parque Ansenuza sea a partir de 2024 una competencia que congregue a ciclistas de todo el país y del mundo, ofreciendo la propuesta como una alternativa más para conocer las riquezas de Ansenuza.
Aunque restan pulir los últimos detalles para poder definir la fecha de realización, es un hecho de que el próximo año la hazaña se hará nuevamente y contará -sin dudas- con gran afluencia de deportistas.
Si bien el proyecto había sido planificado en 550 kilómetros, terminó siendo de 585, y les llevó tres días y medio poder completarlo.
El grupo estuvo integrado por personas de 29 a 63 años y una mujer, que si bien todos se conocían del pueblo, nunca habían tenido una experiencia igual juntos, así que eso también fue desafiante sobre todo cuando ya estaban cansados y el clima y los caminos no eran los mejores.
Sin embargo, cada uno encontró su propia motivación para seguir, para no bajar los brazos, para lograr el cometido, y aunque salieron de La Puerta siendo seis ciclistas, volvieron siendo un único equipo, donde en los momentos más difíciles pusieron en juego la solidaridad y la empatía con el que le costaba un poco más.