La nueva gestión municipal que asumió el cargo el 12 de diciembre, encabezada por la intendente Mariángeles Arneudo, ya desvinculó en el primer mes de gobierno a 33 empleados que no contaban con tareas asignadas o a quienes se les vencieron sus contratos.
Ese número representa un 20% de la planta de personal municipal, que cuando terminó su mandato el radical Carlos Borgiattino en diciembre de 2019 era de 96 trabajadores y se vio incrementada en más de 160 durante los últimos cuatro años en los que gobernó la kirchnerista Cristina Cravero, lo que significa en términos porcentuales más del 60%.
Desde el Ejecutivo informaron que en los próximos meses podrían darse nuevas bajas debido a que todas las renovaciones -tanto de becas como de contratos- se hicieron por tres meses para evaluar durante ese período la eficiencia de cada empleado.
Además se fortalecerá el área de Recursos Humanos para brindar a los trabajadores capacitaciones y herramientas que favorezcan su mejor desempeño en las tareas asignadas.
En términos económicos, la desvinculación de estas 33 personas significó para el Municipio un ahorro de 12 millones de pesos.