El Centro de Atención Integral (Ceatin) de Río Segundo comenzó hace 10 años como cualquier consultorio. Dos licenciadas en kinesiología y fisioterapia se unían para ofrecer un servicio de rehabilitación integral del paciente. Nancy Sugar se especializaba en pacientes con trastornos neurológicos, mientras que Claudia Quinteros se enfocaba en las personas que llegaban con algún tipo de trauma.
Comenzaron con un pequeño grupo de profesionales, una secretaria y un sueño en común: ofrecer un servicio de rehabilitación de calidad para niños y para adultos. Con una pileta climatizada, fortalecían el entrenamiento en los pacientes. Brindaban un espacio para las personas que salían de una internación, por ejemplo, y necesitaban volver a insertarse en sus ámbitos sociales, escolares o laborales. También para aquellos niños que nacían con algún tipo de patología, así como los que necesitaban un tratamiento específico después de haber contraído una patología respiratoria.
La demanda fue creciendo con el tiempo. Al proyecto original se le fueron sumando aristas, como un área específica para pacientes traumatizados por lesiones deportivas, accidentales o que salían de una cirugía. Incorporaron un área de integración con escuelas y centros terapéuticos de ciudades troncales, como Alta Gracia y Córdoba capital. Comenzaron a recibir pacientes de Laguna Larga, Oncativo, Villa del Rosario, Losada y Pilar.
“Al ir creciendo tanto, nos dimos cuenta de que necesitábamos un sistema de medición para saber hasta dónde proyectarnos. Hasta dónde seguir abarcando para mantener la calidad del servicio”, explica Nancy a InfoNegocios.
Así fue cómo, en octubre de 2021, el centro de rehabilitación comenzó a trabajar para lograr el certificado en las normas ISO 9001. Con esfuerzo y capacitación, logró su meta en agosto de este año, con una segunda auditoría que terminó dando el respaldo que la institución buscaba.
“Todo esto comenzó por una inquietud interna, no por una exigencia de afuera. Queríamos aprender a organizarnos para poder mantener el servicio de calidad. Al lograr la certificación en este sistema de gestión de calidad, sentimos que renovamos el compromiso”, cuenta Claudia.
Estas normas IRAM certifican calidad desde el tratamiento del paciente hasta su mantenimiento a lo largo del tiempo.
Pionero en la zona
Este centro de rehabilitación motora, escolar y sensorial está enmarcado en la rehabilitación. Atiende consultas ambulatorias.
Durante la pandemia, la demanda de pacientes aumentó, sobre todo los que necesitaron una rehabilitación después de haberse infectado con Sars-Cov-2 y con otro tipo de virus respiratorios. “No existe en la zona un abordaje similar. Nosotros brindamos un servicio que es bien específico y que requiere una especialización dentro de nuestra carrera”, cuenta Claudia, quien se encuentra a cargo del área respiratoria de Ceatin.
Además, reciben pacientes con diagnósticos diversos, como trastornos neurológicos, traumatizados o pacientes que salen de una cirugía. El centro cuenta con una pileta climatizada para mejorar el entrenamiento y con un gimnasio para fortalecer los músculos. Al equipo de kinesiólogos, se suman otras disciplinas, como medicina, psicología, fisiatría, trabajo social, psicomotricidad y fonoaudiología.
Hoy son 75 los profesionales que trabajan para un centro que recibe una demanda fija de 250 pacientes que necesitan cobertura todo el año. Y además, asiste entre 50 y 60 pacientes por día con necesidades más puntuales.
Las especialistas destacan que la certificación IRAM ha sido producto del trabajo, esfuerzo y capacitación. Aunque reconocen que las normas no funcionan solas. Hay que gestionar, corregir y mejorar constantemente. Pero sí saben que parten de una base de calidad y de un protocolo para todo aquel profesional que se incorpore a la institución.
“Esto partió de un sueño de dos kinesiólogas que nos juntamos para hacer lo que más nos gustaba. Con el tiempo, nos vimos sorprendidas por la altísima demanda y, sin planearlo, construimos una empresa”, cuentan las especialistas.
A partir de esta certificación, el desafío continúa. Seguir creciendo con la calidad que los caracteriza.