Cómo convertir tu hogar en una ventanita al mundo (AFS lo hace, la organización que te convierte en anfitrión)

AFS es un ente referente en el ámbito de la educación y el desarrollo de competencias globales que se encarga de convocar a familias de distintas localidades del país a sumarse como anfitrionas de alguno de los más de 230 jóvenes provenientes de Estados Unidos, Italia, Letonia, Noruega, Portugal, Suiza y Turquía que arribarán en agosto del 2024 para programas de intercambio de 3, 6 u 11 meses. ¿Cómo hacerlo? Mirá.

Recibir a un estudiante de intercambio de AFS es una actividad voluntaria que realizan cientos de familias de nuestro país y miles alrededor del mundo por la cual se comprometen a brindarle techo y comida durante el tiempo que dure su experiencia. 

Al hacerlo, las familias no solo comparten su vida cotidiana y su cultura con el estudiante, sino que también aprenden nuevas tradiciones y costumbres, creando lazos que perduran para toda la vida.

“Convertirse en una Familia Anfitriona de AFS, implica abrir una ventana al mundo, permitiendo que todos los miembros del hogar disfruten de una experiencia única y enriquecedora. Es una oportunidad para divertirse, aprender juntos y crecer como ciudadanos globales en un entorno de intercambio cultural”, afirma Juan Médici, director ejecutivo de AFS Argentina & Uruguay.

Las Familias Anfitrionas cuentan con el apoyo constante del equipo de voluntarios y staff de AFS, quienes los guiarán en cada etapa de su aventura, asegurando que tanto la familia como el estudiante vivan una experiencia segura y significativa.

Quienes estén interesados en postularse como familias anfitrionas o recibir más detalles, pueden comunicarse vía mensajes al 011 5868 1109 o bien por correo electrónico: afs.hospedar@afs.org.

Alfa Pampa: fabrica más de un millón de alfajores por mes y quiere seguir creciendo (facturación proyectada: $ 4.000 millones en 2026)

En un país donde el alfajor es mucho más que “un producto”, lograr diferenciarse parece una tarea titánica. Sin embargo, desde una planta bonaerense y sin grandes campañas de marketing, Alfa Pampa consiguió construir una marca con alcance nacional, presencia internacional y una premisa clara: competir en calidad sin entrar en la carrera del alfajor más barato.