La marca, nacida para preservar la tradición repostera libanesa, inicia su operación en el país a través del e-commerce propio, con envíos a todo el territorio, y ya anticipa su próximo paso: la apertura de locales físicos en shoppings durante 2026, un movimiento que buscará convertir a estos sabores exóticos en una experiencia cotidiana para el público argentino.
El diferencial de LULU Lebanon no está solo en el origen, sino en el proceso. Su portfolio está elaborado por productores artesanos de pueblos y zonas montañosas del interior libanés, donde las recetas se transmiten de generación en generación y el método de producción se mantiene alejado de la lógica industrial. Materias primas frescas, frutos secos seleccionados y un respeto absoluto por el sabor original definen la propuesta.
El abanico de productos es amplio y apunta tanto al consumo diario como al regalo gourmet:
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Bakery & Cookies, con galletas tradicionales a base de almendras y sésamo
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Chocolates premium, que combinan cacao de alta calidad con pistachos y almendras
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Dátiles, uno de los íconos culturales del Medio Oriente, en distintas presentaciones
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Dragees y sweetened nuts, frutos secos recubiertos o endulzados
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Mazapán, elaborado con almendras premium
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Lokum, el clásico dulce masticable aromatizado con rosas, mástique o pistacho
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Infusiones herbales, con hierbas típicas como manzanilla, za’atar y rosas
Tres clásicos que cuentan una historia
Dentro del portfolio, hay productos que funcionan como verdaderos embajadores culturales del Líbano. El Malban, de textura suave y relleno con pistachos; la Halawa, a base de tahini y cardamomo, coronada con frutos secos; y el Ghazel al Banat, conocido como el algodón de azúcar árabe, liviano, colorido y muy presente en celebraciones familiares.
“Para mí es un verdadero honor poder acercar estos sabores a la mesa de los argentinos. Tanto en el Líbano como acá existe una raíz común muy fuerte: compartir cosas ricas con amigos y familia. Nuestros productos nacen de esa misma idea”, explica Martín Saquer, responsable del desembarco de LULU Lebanon en el país. Y agrega: “Hoy comenzamos con el e-commerce, pero el objetivo es que la gente pueda vivir la experiencia completa en locales físicos a partir de 2026”.
Un negocio que mira más allá del online
La llegada de LULU Lebanon se inscribe en una tendencia clara: el crecimiento del consumo de productos étnicos premium, impulsado por consumidores que buscan sabores nuevos, historias auténticas y experiencias sensoriales distintas. En ese contexto, el plan de abrir locales en shoppings no solo apunta a ampliar la distribución, sino también a educar al paladar local y convertir estos dulces en parte del consumo habitual.
Mientras tanto, la marca ya opera en Argentina a través de su tienda online lululebanon.com.ar con envíos a todo el país y una fuerte apuesta a las fiestas de fin de año, donde el regalo gastronómico gana cada vez más protagonismo.