Jue 07/08/2008
Llegan las Olimpíadas y para evitar las burlas de millones de turistas, Beijing corrigió miles de carteles del antológico “Chinglish”, pésimas traducciones en inglés que hace décadas causan ataques de risa en calles, aeropuertos, hoteles y restaurantes: “Parque racista”, en el Parque de las Minorías Étnicas; “No entrar en tiempos de paz”, en salidas de emergencia; delicias como “Bife de hierro corrugado”, “Pollo abusado por el gobierno” o “Violación de hongos negros” en menús de restaurantes; “Personas deformadas” en baños de discapacitados y “Tenga piedad del esbelto césped” en parques. En vez de “cuidado con la escalera” era usual “Resbálese con cuidado” y “Salte por el precipicio” junto a algún acantilado. Good-bye, sweet Chinglish...