Los números de la empresa de la familia Quiñonero impactan: tienen más de 4.000 carteles propios (entre vía pública y mobiliario urbano) en todo el país, atienden más de 30 cuentas desde las oficinas de Córdoba y CABA, imprimen más de 4.000 metros mensuales de carteles, y la lista sigue… Pero para llegar a esto, el camino fue arduo.
“El negocio comenzó en Córdoba con las carteleras de madera -los famosos cierres de obra- y las carapantallas que todavía existen”, rememora Catalina Rodríguez, presidenta de la empresa desde 2002. En el camino fueron sumando desafíos y a la empresa de vía pública tradicional se le sumaron:
- una imprenta propia;
- Impacto, una empresa generadora de eventos;
- Osadía, una agencia de publicidad, y
- BRM, una pequeña central de medios.
Sobre esos cinco pilares se asienta la empresa de los Quiñonero que tienen larga trayectoria en los medios de comunicación (Catalina y su marido Francisco son parte del directorio de Canal 12). Y desde su base de operaciones en la calle independencia 468 -allí toman dos pisos completos que suman 500 metros-, un centro de operaciones en la calle Santiago del Estero y la oficina de CABA, Braver llega con campañas a todo el país de la mano de distintas estrategias, una de las más impactantes: las activaciones OOH. “El desafío y la meta es ofrecer a nuestros clientes un panorama 360°”, resume Pancho Quiñonero, hijo de Catalina y Francisco y representante de la tercera generación a cargo de la dirección general.
-Llevan más de 80 años, ¿cuál es la clave de la vigencia en un mercado donde jugadores históricos ya no están?
-Apuntamos a la especialización en cada una de nuestras unidades de negocio. Somos una empresa muy ágil que se mueve dentro de un abanico de posibilidades, por eso tenemos varias unidades de negocio.
Otra clave, nunca haber perdido ese “aire de familia”: los clientes se sienten como en casa cuando llegan, contenidos. Y estar siempre a la vanguardia: son los dueños del primer led de gran tamaño en Córdoba: el de Colón y General Paz.
A dónde va Braver (y la publicidad)
“Hace más de un año que tenemos puesto el horizonte en lo digital y prácticamente estamos invirtiendo poco en papel”, aseguran. Desde hace 12 años, tienen el 100% de sus elementos publicitarios digitalizados. “Tenemos todo sistematizado y geolocalizado y podemos armar una campaña indoor, outdoor, campañas de cross media a través de este sistema”.
Y en ese camino están, con todas sus unidades de negocio trabajando de manera conjunta. “Me veo más como una empresa generadora de experiencias que como una empresa de vía pública tradicional y por eso todas las unidades de negocio que tenemos”, resume Pancho.
Por su parte, su madre, va más allá: “Imagino una empresa de muchos años más. Esto tiene que seguir, y por supuesto que mientras esté, voy a apoyar a mis hijos”.
La historia de la familia atrás de la empresa
El 4 de octubre de 1937, Arón Alberto Braver (tío de Francisco Quiñonero) fundó la empresa que, al principio, inició como un hobby. “Él también fue el fundador de Canal 12 y esta -por Braver- era una empresa chica que después empezó a crecer. Yo me incorporé en 1987, muy joven y empecé desde abajo: hacía bancos, trabajos de mensajería...”, recuerda emocionada Catalina Rodríguez, representante de la segunda generación y madre de Pancho, Matías y Guillermo.
Ella y su marido Francisco asumieron la presidencia y vicepresidencia respectivamente en 2002, año de la muerte de Braver. “Sin dudas Braver fue un visionario”, destaca Catalina.
Con los años se fueron sumando los hijos al negocio: Pancho en el área de comercialización y estrategia; Matías más enfocado en el taller y las ubicaciones y Guillermo en el área contable.
Producción: Soledad Huespe