Desde TMC explican que “el hidrógeno es un combustible alternativo particularmente prometedor. Se puede producir a partir de una amplia variedad de fuentes de energía primaria —incluidas la energía solar y la eólica— y es fácil de almacenar y transportar. Al comprimirse, ofrece una mayor densidad energética que las baterías. Además de su potencial como combustible para usos domésticos y de automoción, el hidrógeno se podría utilizar en un amplio abanico de aplicaciones, incluida la generación energética a gran escala”.
El Toyota FCV posee prestaciones y autonomía similares a las de un vehículo con motor a nafta, y al funcionar solo emite el vapor de agua producido por la reacción entre el hidrógeno y el oxígeno.
Karl Schlicht, vicepresidente ejecutivo de Toyota Motor Europe (TME), señaló: "estoy muy ilusionado con la llegada de la tecnología de pila de hidrógeno. Nuestra historia con la tecnología híbrida nos da la experiencia que necesitamos para lanzar una nueva tecnología al mercado. De todas formas, estamos convencidos de que, en el futuro, el hidrógeno irá ganando cada vez popularidad como combustible para vehículos".