¿Vuelve el auto económico argentino?
(Por José Manuel Ortega) Desde el gobierno están diseñando la estrategia del retorno del auto económico como motor de la industria automotriz. ¿Volverán los espíritus de los Fiat Brío y Renault 12 L?
Todo esto tiene que ver con la idea de G. Moreno de fabricar un auto económico, exigiendo reducciones de costos a las automotrices. Vuelvo a plantear la pregunta obligada: si el gobierno quiere bajar el costo –en este caso de los autos- ¿porqué no reduce en parte la altísima carga impositiva que tienen muchos bienes y servicios en nuestro país? No discuto si las empresas del sector tienen una rentabilidad alta o baja. Sea cual fuere, el componente con mayor peso específico –y más distorsivo- en el precio de un automóvil es el impositivo.
¿Qué ocurriría con la alicaída demanda si se tomaran algunas medidas para favorecer el consumo? Me refiero a cuestiones viables: reducir la carga impositiva en 10/15 puntos porcentuales, generar líneas de crédito realmente blandas, reducir el pago de patentes durante el primer año. Y ya que el gobierno subsidia tantas cosas irrelevantes y no productivas, podría subsidiar parcialmente pago de seguro, tasas, gastos de patentamiento, etc. para los 0 km.
Desde el gobierno nacional –y la secretaría de Moreno- están impulsando la producción de un modelo económico por cada marca, con un precio más bajo (15 %).
Ahora, si ya vemos en la actualidad –y hay sobradas opiniones de InfoNautas al respecto- vehículos con calidades de materiales y terminación que, en muchos casos, dejan mucho que desear, ¿qué podemos esperar de un auto más económico?.
Repasando las marcas instaladas en el país, no hay mucho para abaratar. Fiat tiene al eterno Uno, ya de por sí económico (al menos en términos relativos), Chevrolet podría abaratar al Corsa Classic, Peugeot no tiene mucho por hacer con el 206 Generation, Volkswagen podría “meter mano” en el Gol, lo mismo que Ford con el Ka. En Renault podrían quitar aun más equipamiento al exitoso Clío y no mucho más.
En todos estos casos no me imagino como podrían reducir costos.
Se habla de un reintegro por parte del gobierno (¿será?) como contraparte del aumento de autopartes locales, disminuyendo la alta importación actual.
Seguimos con parches. No discuto que la industria automotriz pueda hacer más eficientes y baratos sus productos, pero si buscamos un componente en el que hay margen de maniobra, es –sin dudas- el impositivo.
Sea como fuere, ojalá que la industria del automóvil pueda recuperar el brillo de los últimos tiempos.